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Cádiz Electrónica hará 25.000 módulos tras un envío defectuoso de China

E. M.
CÁDIZ.Actualizado:

La planta portuense de Visteon acaba de recibir un pedido para fabricar 25.000 módulos del sistema de llave de seguridad. Se trata de una pequeña pieza integrada en el contacto que desde hace un tiempo venía haciendo una fábrica de China.

Pero el último envío ha llegado defectuoso. Al parecer, todos los componentes tenían algún tipo de fallo, con lo que se ha encargado la producción a Cádiz Electrónica que fabrica este modelo desde hace tiempo.

Las fuentes no supieron precisar cuál ha sido la factoría del grupo responsable del lote defectuoso, pero aseguraron que «podría tratarse de la misma a la que comenzaron a derivar la carga de trabajo». En encargo llega directamente de Valencia, donde se monta el sistema.

Para producir este pequeño módulo, en el que va inserto la llave de seguridad, cuentan con el material necesario, pero la planta continúa aún a medio gas. Según explicaron, «apenas funcionan tres o cuatro líneas de las 16 con las que cuenta la planta». Eso ha sido la tónica habitual durante la última semana.

Actividad nula

Miembros del comité recalcaron que a principios de septiembre se comenzó a recibir más material, pero a la larga ha resultado ser caótico. Según explicaron: «llegan componentes que ya tenemos y otros que son obsoletos y no nos sirven para la fabricación».

La dirección de Cádiz Electrónica sigue en manos de la planta de Portugal después de que la compañía destituyera al personal que estaba al frente de la factoría. Las gestiones se hacen vía telefónica o a través del ordenador. La situación seguirá así al menos hasta noviembre cuando se espera que la autoridad laboral emita su dictamen sobre el ERE.

Hasta ahora la compañía ha planteado a los trabajadores la cesión de los activos y recolocaciones en otras plantas. También propusieron bajas incentivadas a quien quiera acogerse a ellas. El plan es indemnizar a los trabajadores con 20 días por año trabajado o que se reincorpore en otras fábricas siempre y cuando renuncien a su antigüedad. En todo momento el comité de empresa ha mantenido firme su postura y asegura que no se sentará a negociar a menos que se garanticen los puestos de trabajo y que las instalaciones continúen abiertas.