Karzai apuesta por la paz durante el entierro de Rabbani
Los principales líderes afganos han dado hoy su adiós en Kabul al expresidente, asesinado por un terrorista suicida
KABULActualizado:Los principales líderes afganos han dado hoy su adiós en Kabul al expresidente Burhanudín Rabbani, asesinado por un terrorista suicida, en un funeral durante el que el actual presidente, Hamid Karzai, refrendó su apuesta por la paz.
Al palacio presidencial afgano se han acercado miles de personas para homenajear al fallecido, asesinado el pasado martes por un terrorista suicida que acudió a su domicilio con el pretexto de entregarle un mensaje de paz proveniente de la cúpula talibán. "La sangre de las víctimas de la libertad nos obliga a proseguir el esfuerzo por la paz", ha dicho en una breve alocución Karzai, flanqueado por sus dos vicepresidentes, Mohamed Fahim y Abdul Karim Khalili. "Nuestra responsabilidad es actuar contra quienes son enemigos de la paz", ha añadido, en referencia a los insurgentes.
Rabbani, expresidente afgano pero también antiguo muyahidín con participación directa en las guerras civiles que ha sufrido el país, era en la actualidad el jefe del Consejo gubernamental de paz encargado de negociar con los talibanes y sus afines. "Igual que antes había llevado en su mano la bandera de la lucha y la resistencia, ahora Rabbani llevaba la bandera de la paz y la estabilidad en el país. Su muerte deja un vacío", ha dicho Karzai con rostro demudado poco antes de la oración funeraria.
Al acto fúnebre, en la mezquita de palacio, acudieron representantes de países árabes y otros vecinos, como Tayikistán, Irán y Pakistán, y los principales ministros del Ejecutivo nacional, según un portavoz presidencial afgano. La oración funeraria ha sido liderada por un viejo colega, el antiguo "señor de la guerra" -hoy diputado- Abdul Rasul Sayyaf, y su ataúd, envuelto en la bandera afgana, ha sido trasladado para su entierro por la guardia presidencial a la cercana colina de Wazir Akbar Khan.
Fuerte despliegue de seguridad
Las fuerzas del orden habían puesto en marcha desde por la mañana un amplio despliegue de seguridad, con el propósito de "garantizar" que no hubiera problemas en Kabul, muy golpeada por la insurgencia en los últimos meses.
El Gobierno afgano ha declarado tres días de luto oficial por la muerte de Rabbani, que según los analistas ha supuesto un golpe letal para las expectativas de una solución negociada con los talibanes, ante la salida del país de las tropas internacionales. Los servicios de inteligencia afganos han acusado del asesinato al 'consejo' que los líderes talibanes tienen supuestamente en la ciudad de Quetta, en el vecino Pakistán, aunque los insurgentes no han reivindicado por el momento el atentado.