FRACASO TOTAL

Faltan solo seis meses y ahora, como siempre, empiezan nuestros dirigentes a querer justificar lo que de ninguna manera es justificable. En declaraciones publicadas hace unos días don Francisco Menacho, actual presidente del Consorcio del Bicentenario, reconocía que las cosas no se han hecho bien. Argumentaba, y estoy totalmente de acuerdo, que se han creado demasiadas comisiones y que cada una ha campado por sus intereses. Por todo esto, al final, no se han conseguido, o mejor, no se van a poder conseguir muchos de los logros que en su día se propusieron. Es triste y lamentable que ahora, a solo pocos meses de la celebración, empiecen los lamentos cuando era algo que hasta el más pintado veía venir. No se ha podido remodelar Valcárcel, el Castillo se va a quedar a medias, lo de la Plaza Sevilla va a ser una chapuza si se hace, que no creo, el puente, en lugar de en marzo, estará en octubre y con suerte. Y no ha sido la crisis económica, que también ha ayudado, no, ha sido la ineptitud y la soberbia de todas las administraciones implicadas. Ninguna, y digo bien, ninguna, ha tenido la gallardía de renunciar a sus afanes de protagonismo o a sus intereses partidistas para pensar en lo que suponía esta efemérides para nuestra ciudad. Han campado por sus respetos y al final, como siempre, la casa sin barrer. Queda muy poco y ahora no valen justificaciones ni descalificaciones. Durante estos años en numerosas ocasiones hemos manifestado que se debían aunar esfuerzos pero, como siempre, se ha hecho caso omiso de ello. La prepotencia y la soberbia que caracterizan a nuestros mandatarios ha sido una vez más la que ha conseguido llevar al traste todo. Ahora, las lamentaciones no valen y lo más coherente sería reconocer el fracaso de su gestión. Pero eso no lo vamos a ver, seguro.