«En el plató un periodista se oxida»
Roberto Arce ha comenzado una nueva etapa en los informativos vespertinos de Cuatro. Tras 22 añosen Antena 3, busca «nuevos retos»
Actualizado: GuardarHa cambiado de cadena y también de horario. Roberto Arce (Madrid, 1965) necesitaba un giro para mantener la ilusión que siempre ha sentido por el periodismo. Por eso ya no se le ve presentando los informativos en Antena 3, sino en Cuatro. Además, ha retrasado su habitual sobremesa hasta las ocho de la tarde, momento en el que afronta, de lunes a viernes, el nuevo reto que le ofrece Mediaset.
– Tras tanto tiempo en el mismo plató, ¿no se sintió raro el primer día que se sentó en el de los informativos de Cuatro?
– Sí, claro que me sentí raro. Nunca había estado en otro plató que no fuera el de Antena 3. Lo único que en el de Planeta solía haber muchos cambios y el último era un poco incómodo, la verdad. Porque había que estar de pie, luego sentarse… un lío.
– ¿No habrá cambiado de cadena porque el plató era incómodo? Mudarse tras 22 años y en un espacio consolidado…
– He cambiado porque considero que ya he cumplido una etapa y tengo que mirar al futuro con ilusión por el periodismo, que es lo que me gusta. El cuerpo me pedía este nuevo reto. Además, en Cuatro puedo dirigir y editar, tener más responsabilidades, hacer más funciones de periodista, algo que últimamente no podía hacer en Antena 3.
– Entonces, ¿ha notado mucho las diferencias?
– Son dos grandes cadenas que hacen un gran trabajo. La diferencia principal la noto en que Cuatro se ha fusionado y vive una época de mucha ilusión y ganas por consolidarse, algo que me recuerda a mis primeros años en Antena 3.
– En sus primeros años en Antena 3 era reportero, ¿echa de menos el reporterismo de calle y de guerra?
– La verdad que mucho. Todavía cuando pienso en el reporterismo de guerra me entra un cosquilleo por el estómago. Me encanta salir a la calle, y lo hago cada vez que puedo, porque un periodista que siempre está en el plató se oxida. Yo me siento reportero. Lo que pasa es que ahora tengo hijos, antes no, y esa responsabilidad puede con las ganas de informar sobre una guerra en el lugar de los hechos.
– ¿Qué le parece la labor que está haciendo su sustituto en Antena 3, Vicente Vallés?
– Fenomenal. Vicente es un gran periodista y analista que lo hace muy bien. Lo conozco desde hace años y, sinceramente, le deseo lo mejor.
– Y en Cuatro, ¿es usted más Roberto Arce, refleja más su punto de vista?
– Un presentador debe saber de lo que habla y tener su autoridad. Toda mi vida he reflejado mi punto de vista. Sin embargo, últimamente en Antena3 no podía por diferentes motivos. Por ello, principalmente, he aceptado la oferta de Cuatro. Cuando reflejas lo que piensas tienes más responsabilidad, y eso me hace sentir más a gusto. Al fin y al cabo siempre he opinado.
Ortega y Leguineche
– ¿En qué profesionales se ha fijado a lo largo de su carrera?
– En todos. Tras tantos años he aprendido de muchas personas. Me han enseñado como periodista, profesional y persona. Si te dijera algún nombre quedaría mal, porque me olvidaría de alguien que merece que le mencione. Sin embargo, como modelos, siempre estarán Ricardo Ortega y esos dardos que tiraba en forma de reportajes, o Manu Leguineche. Representan una estirpe de periodistas que ya no quedan.
– Quizás no queden porque la crisis no lo permite...
– La crisis se ha notado mucho, pero años antes de que surgiera ya se apreciaban bastantes cambios. Dejó de haber corresponsales en cada lugar o enviados especiales. Ese sistema, que proviene de la televisión pública, era insostenible para la privada. Lo bueno es que estas limitaciones nos obliga a ser mucho más originales y a buscar algo distinto.
– ¿Y Cuatro busca también algo diferente a Telecinco, o en Mediaset hay que fijarse en el hermano mayor?
– Hacemos, con la información del día, productos totalmente distintos. Las dos redacciones son independientes, no se consultan sobre qué van a sacar y cómo lo van a enfocar. Ni yo le pregunto a Pedro (Piqueras) para ponernos de acuerdo. Si nos parecemos es porque todos los informativos se parecen actualmente.