El nuevo circuito de motocross se queda sin acuerdo con la Junta

El delegado de Deportes, Diego Rodríguez, acompañado por representantes de los clubes de motocross de Chiclana, Motoclub Chiclanero y Motoclub A Rebufo, anunció ayer la rescisión de mutuo acuerdo del convenio de colaboración firmado en su día entre el Ayuntamiento de Chiclana y la Junta de Andalucía, que tenía como objetivo construir el nuevo circuito de motocross en la localidad, concretamente en las inmediaciones de la urbanización Pago del Humo.

Según ha informado el edil, el documento firmado hace ahora tres años obligada al Ayuntamiento a realizar una serie de pagos anuales, completándose así el montante final que el municipio debe aportar para la construcción del circuito.

Debido al continuado incumplimiento de estos pagos, la Junta de Andalucía informó al Ayuntamiento que desistía de continuar ligada a un convenido incumplido.

También ha anunciado Rodríguez que se ha incumplido una de las cláusulas de dicho convenio, pues se incluía la redacción, en el plazo de tres meses después de firmar el documento vinculante, del proyecto del nuevo circuito por parte de la Junta de Andalucía y que debía presentarlo al Ayuntamiento. En ese sentido los propios técnicos de la Junta han comunicado que no había absolutamente nada proyectado ni presentado, según explicaba el edil del área.

Por estas circunstancias, ambas partes han decidido rescindir el acuerdo. El delegado de Deportes ha informado de esta situación a ambos clubes de motocross de Chiclana y desde hace tres meses está trabajando para encontrar soluciones alternativas que mejore la situación de la práctica de este deporte en la localidad.

Según se anunció ayer, los clubes han conseguido que la Empresa Pública de Suelo Andaluz conceda permiso a los clubes para utilizar parte del suelo del futuro polígono industrial de Miralrío como circuito provisional donde realizar pruebas oficiales.

Desde el Consistorio se ha explicado que se trabajará también en la construcción de un nuevo circuito con dinero municipal, solo «si la situación económica mejora y aparecen inversores privados» dispuestos a abonar parte del coste que tendría la puesta en marcha de una instalación deportiva de estas características.