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El líder del PP, Mariano Rajoy (de espaldas), pregunta al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la última sesión de control. / Foto: Efe | Vídeo: Atlas
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Rajoy reprocha a Zapatero dejar «una herencia envenenada»

El presidente del Gobierno resalta de su gestión "la apuesta por la cohesión social y el esfuerzo para alimentar el Estado del Bienestar"

PAULA DE LAS HERAS
MADRIDActualizado:

Se acabó José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente del Gobierno ha vivido hoy su última sesión de control en el Congreso, un debate frío en el que ha tenido que escuchar los reproches de la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos; del portavoz del PNV, Josu Erkoreka y del líder de la oposición, Mariano Rajoy. "Deja usted una herencia envenenada, aunque también deja usted algunas lecciones para el futuro -ha apuntado el presidente del PP-: en economía hay que hacer un buen diagnóstico y no se puede engañar".

El guante blanco con el que la semana pasada se despidió al jefe del Ejecutivo en el Senado ha brillado en esta ocasión por su ausencia. Rajoy pretendía concluir su retahíla de reproches con un "le deseo muy buena suerte", pero los cinco minutos reglamentarios con los que contaba para hacer su exposición no le han sido suficientes. Con el micrófono ya desconectado ha hecho el intento. Sus labios se movían pero no se ha podido oír nada.

Zapatero ha replicado a su rival que los españoles desean "líderes que ofrezcan algo y no sólo ataques", pero además ha defendido su gestión en los últimos años: "Usted ha obviado un hecho fundamental -ha señalado- y es que el mundo y la zona euro han vivido la crisis más grave desde hace 80 años... y a pesar de ello el Gobierno ha cumplido su responsabilidad para hacer reformas estructurales muy necesarias y para preservar al máximo la cohesión social".

En contra de la reforma

El presidente, que no volverá al Congreso en la próxima legislatura ni siquiera como diputado raso, también ha tenido que replicar a Barkos, quien le ha afeado que no quisiera someter a referéndum la reforma constitucional pactada con el PP para poner límite al déficit. "Un mal broche para quien hace siete años decía, y cito: 'Vamos a hacer una democracia cívica, de ciudadanos que sean y se sientan ciudadanos cada día, una democracia activa'", ha recordado la parlamentaria navarra.

La propia Constitución no exige que para modificaciones como la efectuada haya que consultar al pueblo soberano y a eso se ha aferrado una vez más el jefe del Ejecutivo, que ha vuelto a esgrimir argumentos de urgencia y excepcionalidad. "El procedimiento que hemos hecho es irreprochable y esta crisis, que ya ha originado que tres países, Grecia, Irlanda y Portugal, tengan que pedir ayuda financiera, no sé si le parecerá a usted una situación habitual; es grave y extraordinaria", ha dicho.

A Erkoreka, que ha mostrado su preocupación por el espíritu recentralizador que, a su juicio, se ha apoderado del PSOE, le advertido de que avanzamos hacia una Unión Europea y que eso va a ser una "convocatoria ineludible a la cooperación".