Rajoy frena en seco el debate sobre la educación pero sin desautorizar a Aguirre
El PP rehúye la polémica e insiste en que su candidato «garantiza» la enseñanza universal y gratuita
Actualizado:«Universal, gratuita y de calidad», esta es la única propuesta educativa que contempla Mariano Rajoy, repetían ayer una y otra vez los miembros de la dirección nacional del PP.
El propio Rajoy ordenó frenar en seco el debate abierto el lunes por Esperanza Aguirre sobre si todas las fases de la enseñanza debían ser obligatorias y libres de costo en España o no. Una orden que cumplió, eso sí, a su manera, hasta la presidenta de la Comunidad de Madrid, que desvió el foco de sus declaraciones hacia la huelga de los profesores madrileños, de la que responsabilizó, entre otros, al candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba.
Esteban González Pons tiró de manual durante la rueda de prensa posterior al a presentación de la nueva página web del PP e intentó nadar y guardar la ropa. «Aguirre, como el PP, la Constitución y la filosofía de todos los partidos democráticos de centro está por la educación universal y gratuita», explicó. La orden de Rajoy era acabar con tan arriesgada discusión, sobre todo, a dos meses vista de unas elecciones generales, pero sin desautorizar a Esperanza Aguirre. Entre otros motivos, porque el líder del PP ha alabado públicamente en varias ocasiones el modelo educativo diseñado por la consejera madrileña Lucia Figar.
En pos de enterrar esta tormenta, Génova incluso dio por buena la matización de Aguirre, que tras sugerir que las comunidades autónomas podrían menguar su gasto implantando tasas en algunas etapas educativas, aseguró que solo se refería a los máster universitarios pese a que ni son obligatorios ni gratuitos.
A lo que no encuentran explicación en la dirección nacional, o al menos no quieren hacerla pública, es al motivo por el que Aguirre destapó esta venenosa porfía tras ser recibida en audiencia por el rey don Juan Carlos y pocas horas antes de una huelga en el sector.
Fuentes del partido no descartan que se trate de un nuevo pulso en clave interna. Pocas horas antes de que la ‘lideresa’ plantease este órdago, Mariano Rajoy dejó abierta, durante una entrevista radiofónica, la posibilidad de que Alberto Ruiz Gallardón cediese la Alcaldía de Madrid a Ana Botella para incorporarse al Gobierno, siempre y cuando el PP ganase el 20-N. Esta misma posibilidad provocó un duro enfrentamiento interno en 2008, una escena que el líder del PP quiere evitar a toda costa.
Aguirre, que el mismo lunes por la tarde acudió a la puesta de largo del libro de memorias de Mariano Rajoy, suavizó sus reflexiones, aunque sin abandonar esta espinosa senda. Optó por un perfil más proselitista y acusó, sin ambages, a Alfredo Pérez Rubalcaba de estar «detrás» de la huelga que le hicieron los profesores madrileños. Una acción de protesta que achacó a la «proximidad de las elecciones» y a una especie de conspiración urdida por los socialistas junto a «IU, los sindicalistas, los indignados y, por supuesto, los de la ceja». El candidato del PSOE a la Presidencia respondió a Aguirre en una entrevista en Punto Radio. «Los profesores de Madrid están en huelga porque Esperanza Aguirre ha hecho recortes y ha quitado profesores interinos y a cada profesor le va a tocar más horas y dicen que eso afecta a la calidad de la enseñanza, pero eso no tiene nada que ver con las leyes educativas», remachó Rubalcaba.
Vacas flacas
La presidenta de la Comunidad de Madrid, sin embargo, mantuvo su tesis sobre la necesidad de reflexionar «muy en serio» sobre lo que cuesta la enseñanza a partir de los 16 años, que en estos momentos no es ni obligatoria ni gratuita, porque los ingresos disminuyen y los gastos no».
En su opinión, durante la época de vacas gordas las administraciones han podido subvencionar el cien por cien de la formación académica. Un servicio que podría ser inviable con la actual escasez de recursos económicos con los que cuentan los gobiernos regionales. «Sin que eso tenga que decir que tengamos que cobrar el coste total», incidió. Insistió en que España está en un momento muy delicado, donde todas las familias y empresas están haciendo unos «sacrificios inmensos» para subsistir y que, por lo tanto, las administraciones públicas «tenemos que ahorrar allí donde se pueda».