Máxima expectación durante toda la jornada en la Escuela de Hostelería
La final del concurso, que empezó a las diez de la mañana, duró más de seis horas
JEREZ.Actualizado:El día empezó temprano para los concursantes y organizadores de la final internacional de Copa Jerez. Tras los retoques finales, en la Escuela de Hostelería tenían todo a punto para recibir a los participantes y a los miembros del prestigioso jurado. En cuanto los fogones empezaron a calentarse, salieron los primeros platos candidatos a ganar el concurso.
Visiblemente nerviosos, los chefs y sumilleres fueron explicando los platos y el maridaje al jurado mientras sus creaciones pasaban el visto bueno de sus refinados paladares. «Hemos elaborado un plato fresco y lo hemos maridado con La Guita porque es el único producto de la bodega sanluqueña y todo su saber hacer está concentrado en esta manzanilla», explicó la sumiller alemana, Melanie Panitzke. Junto con su compañero Rudolf Mützel, elaboraron el menú que han presentado al concurso siguiendo el procedimiento inverso al habitual: primero hicieron una cata a ciegas de los diferentes tipos de vinos de Jerez y, en base a su elección, pensaron en los platos.
En su entrante -langostinos tigre a la plancha con ensalada de espárragos verdes, judías verdes, ajo, almendras y aceitunas arbequinas sobre carpaccio de colinabo marinado y longas de manchego- había tres ingredientes fundamentales, como explicó la sumiller: «El aceite de oliva virgen extra, el queso manchego y la flor de sal». Tras explicar todos los detalles al jurado, los diferentes equipos fueron pasando por la sala de prensa para hacer lo mismo ante los periodistas especializados que han acudido a la cita desde todo el territorio nacional y fuera de España. El propio director del Consejo Regulador, César Saldaña, fue el encargado de traducir del inglés las intervenciones de los concursantes extranjeros.
Los españoles, que gustaron mucho al jurado a juzgar por los premios, destacaron la calidad del vino empleado en el plato principal, «un Sánchez Ayala de Sanlúcar, de octubre de 2007». El maridaje, dijeron los españoles, «es como la relación de una pareja en sus inicios, amorosa, con pasión, separaciones y reconciliaciones».
A medida que fue pasando la mañana, el concurso fue creciendo en intensidad ya que no dejaban de salir platos de las cocinas de la Escuela de Hostelería, perfectamente servidos por el personal jerezano. El jurado apenas se dio unos minutos de descanso entre los entrantes, los platos principales y el postre mientras la actividad no cesaba en los sartenes.
El jurado mostró mucho interés en las presentaciones y sus miembros preguntaron por la combinación de ciertos sabores o la procedencia de algunos ingredientes. Eran más de las dos de la tarde cuando los concursantes se relajaron: todos los platos ya estaban elaborados y, por tanto, la suerte estaba echada.