Berlusconi introdujo a su alcahuete en grandes negocios públicos
Un nuevo filón del sistema de prostitución en torno a 'Il Cavaliere' indaga adjudicaciones amañadas para Tarantini
ROMA. Actualizado: GuardarGiampaolo Tarantini, el empresario de 36 años que organizó entre 2008 y 2009 un sistema de prostitución al servicio del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y va a ser procesado por ello con otras siete personas, tenía claro lo que quería, según dijo a los fiscales: conseguir contactos mediante cocaína y putas para pegar un pelotazo. Empezó con la Sanidad de Bari, su ciudad, y una empresa de prótesis, tejemanejes de los que nace la investigación, pero cuando conoció al magnate en el verano de 2008 vio «la ocasión de la vida». Se convirtió en su alcahuete y suministrador de chicas, a las que él pagaba -se habría gastado 80.000 euros- y se ganó su confianza. Aunque también el primer ministro las recompensaba con dinero, joyas y coches. Pero una de las claves del caso que estaba sin responder era: ¿consiguió finalmente Tarantini algo de Berlusconi? Según las grabaciones del caso publicadas estos días, la respuesta es que sí. Aunque, como ya es habitual en Italia, no parece tener grandes consecuencias en la vida política.
El 'Cavaliere' abrió la puerta a Tarantini, con su recomendación personal, a grandes contratos públicos, aunque este no logró concretar nada porque estalló el escándalo de las fiestas. Es un frente nuevo y explosivo, y de hecho ayer la Fiscalía de Bari abrió un nuevo filón de la investigación sobre este aspecto, con diez adjudicaciones bajo sospecha. Salpicaría a la cúpula de Finmeccanica, de participación pública, uno de los primeros grupos del mundo en el sector aeroespacial y de defensa. Dos altos cargos ya han dimitido tras la publicación de las escuchas. El director comercial, Angelo Pozzessere, y Salvatore Metrangolo, dirigente de dos sociedades del grupo, con quien Tarantini usó su sistema: lo encerró en una habitación con tres prostitutas.
«Comité de negocios»
Tras entrar en el círculo de Berlusconi, Tarantini pensó en enchufarse como europarlamentario, pero formó un «comité de negocios» para explotar la gallina de los huevos de oro. Con empresarios de Bari que figuran entre los imputados, por asociación delictiva. Tras unos meses de 'bunga bunga', revelan las escuchas, Berlusconi recomendó personalmente Tarantini al poderoso jefe de Protección Civil, Guido Bertolaso, y el presidente de Finmeccanica, Pier Francesco Guarguaglini. Según la metáfora de Tarantini, se los puso «a cuatro patas». Luego Berlusconi dijo, al estallar el caso, que apenas conocía al tal «Tarantino o Tarantini».
Si lo que cuenta Tarantini al teléfono es verdad, el primer ministro convocó al menos dos veces al 'número uno' de Finmeccanica en su casa de Roma, Palazzo Grazioli, para hablarle de su amigo.