«Blanco puede anunciar lo que quiera; yo no he dicho nada de la secretaría general»

Alfredo Pérez Rubalcaba no hace planes a largo plazo y tampoco quiere que nadie en su partido dé por hecho que tiene intención de suceder de manera efectiva a José Luis Rodríguez Zapatero tras las elecciones del 20 de noviembre. «Yo no he dicho jamás nada de la secretaría general», matizó en Barcelona. «Soy candidato, ese es mi título, y como tal estoy trabajando».

El dirigente socialista, que en los últimos meses se ha autodefinido además como «líder» del PSOE, puso así en cuarentena las afirmaciones del vicesecretario general de su formación, José Blanco, que en varias ocasiones ha afirmado ya que Rubalcaba no es un mero parche con el que se busca evitar el hundimiento de la nave socialista sino que ha venido «para quedarse». «Pepe puede anunciar lo que quiera; yo estoy a lo mío -dijo- y lo mío es el 20 de noviembre».

Es la segunda vez en apenas una semana que el exvicepresidente primero evita comprometerse y anticipar cuál será su papel en el PSOE una vez los ciudadanos se pronuncien en las urnas. El cambio es llamativo porque hasta el pasado mes de agosto, cuando alguien le preguntaba sobre este asunto, tiraba balones fuera y añadía que su proyecto político es para cuatro años.

Hace unos días aseguró que dejará la reflexión para la misma noche electoral, es decir, que estará al albur del resultado que coseche. Nadie espera en el PSOE una victoria, pero si ni siquiera se alcanzan los 125 diputados logrados por Joaquín Almunia en 2000, la autoridad de Rubalcaba y su equipo se resentirá.

En la recámara no hay oficialmente nadie, aunque son muchos los que creen que Carmen Chacón espera su momento.