Aguirre pone en aprietos a Rajoy al cuestionar la gratuidad de la enseñanza
El PP ha defendido hasta ahora que preservará el Estado de Bienestar si llega al Gobierno
MADRID.Actualizado:Esperanza Aguirre estuvo ayer a punto de dinamitar una de las promesas electorales de mayor calado de Mariano Rajoy al cuestionar la gratuidad de la enseñanza. La presidenta de la Comunidad de Madrid planteó, en una comparecencia ante periodistas tras ser recibida en audiencia por el rey don Juan Carlos, la siguiente cuestión: «si la educación es obligatoria y gratuita en una fase, a lo mejor no tiene que ser gratuita y obligatoria en todas las demás fases». Al abrir un debate tan espinoso a dos meses de unas elecciones generales, Aguirre provocó un incendio que se propagó en pocos minutos por las redes sociales. El PSOE, que lleva semanas intentando convencer al electorado de que el PP tiene un plan oculto para instaurar el copago sanitario y privatizar la educación si llega a la Moncloa, puso de inmediato el foco en sus palabras.
Tras apoyar la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de congelar las pensiones y reducir el sueldo a los funcionarios, los socialistas esperaban como maná algún desliz de este tipo por parte de algún presidente autonómico. «La derecha se despelota», espetaron en Internet diversos cargos públicos del PSOE. «El PP sólo quiere que estudien los ricos».
El revuelo, aún en ciernes, obligó a Aguirre a matizar sus palabras vía twitter. Dijo que se refería a los máster y doctorados universitarios. La justificación no calmó la marea, sobre todo porque los estudios de postgrado ni son obligatorios ni plenamente gratuitos.
La 'lideresa', acostumbrada a lidiar en mil batallas, no se arrugó y por la tarde, en la presentación del libro de memorias de Mariano Rajoy, dejó claro que no piensa cambiar el modelo educativo, es decir, que ningún madrileño tendrá que pagar por la enseñanza de sus hijos, aunque insistió en la necesidad de replantear «todo aquello que sea gratuito».
La dirección nacional del PP guardó silencio tras el órdago de Aguirre. Si lo hubiera realizado otra dirigente popular con menos tablas se podría hablar de un tropiezo, pero es que la presidenta madrileña hizo esta reflexión a 24 horas de una huelga general en la enseñanza madrileña y, y esto extraña aún más, pocas horas después del cerrado apoyo que le brindó el propio Rajoy durante una entrevista radiofónica. «¿Hay que criticar a Esperanza Aguirre por ser Esperanza Aguirre», indicó el presidente del PP a colación de la decisión del Gobierno de Madrid de aumentar las horas lectivas de los profesores.
Rajoy, eso sí, dejó claro que «valora mucho a los profesores» y, sobre todo, que en su opinión «la inversión en educación no es un gasto». Un planteamiento que, al parecer, no comparte Aguirre, porque tras su encuentro con el rey, y antes de cuestionar la gratitud de la enseñanza, barruntó que las comunidades autónomas podrían controlar más el déficit si no estuvieran obligadas a gastar por ley en servicios como la educación.
Bajada de impuestos
Antes del terremoto que provocó Aguirre, Rajoy desgranó en una entrevista en la cadena Ser algunas de sus propuestas fiscales. Dejó claro que, en un primer momento, «no tocará los impuestos que sean útiles para crear puestos de trabajo». Se refería al IRPF y al IVA. Es más, anunció que bajaría cinco puntos el impuesto de sociedades a las pequeñas y medianas empresas y a los autónomos.
Los impuestos se han colado en la precampaña electoral de cara a las elecciones generales del 20N con más fuerza, incluso, que el problema del desempleo. Rajoy arremetió contra Alfredo Pérez Rubalcaba por asegurar que el gravamen de patrimonio facilitará la creación de 300.000 puestos de trabajo para jóvenes. «Eso es todo mentira; todo lo que se recaude con este impuesto de patrimonio va a las comunidades autónomas y el señor Rubalcaba, en caso de que sea presidente, no tiene ninguna capacidad de decisión».
El líder del PP, sin embargo, no aclaró si rectificará la subida de dos puntos del Impuesto sobre el Valor Añadido, aprobada durante esta legislatura por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. De momento, sólo comenta que incrementar ese impuesto al «es muy arriesgado, porque para crecer es necesario que haya inversión y consumo».