«El futuro del puerto depende de la nueva terminal. Habrá un antes y un después de esa obra»
El máximo responsable del Puerto de Cádiz ultima los detalles para la adjudicación de los trabajos
Cádiz Actualizado:Lleva trece años al frente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz. En los últimos seis, buena parte de su tiempo ha girado en torno a la majestuosa obra que, como él mismo afirma, marcará un antes y un después en el muelle: la construcción de la nueva terminal de contenedores, que ganará al mar más de 19 hectáreas mediante un relleno y que colocará a Cádiz en una excelente posición para competir con mayores garantías en el tráfico de mercancías con otros puertos españoles. Sin duda, estos últimos días previos a la adjudicación de los trabajos prácticamente giran en torno al mismo asunto, aunque no olvida otros, como su aportación al desarrollo de la ciudad, el Doce o un 'marrón' de última hora, el hundimiento del Vaporcito en sus 'dominios'.
-¿Cuál es su principal objetivo tras el regreso de las vacaciones? ¿Qué está marcado en rojo en su agenda?
-Nos fuimos en agosto con el objetivo de adjudicar la obra de la terminal de contenedores en el último trimestre del año y regresamos con ese reto cada vez más cerca de convertirse en realidad. Tengo marcados en rojo todos los pasos que nos quedan antes de poder comenzar a construir la nueva terminal de contenedores, porque no solo es la obra más importante que hemos realizado hasta la fecha, sino también la obra de la que depende el futuro de este puerto y que marcará un antes y un después.
-¿Cómo marcha la ampliación del Puerto?
-Como le decía, tenemos previsto adjudicar la obra a principios de octubre, por lo que los trabajos de construcción podrían comenzar en noviembre. Para llegar hasta este punto hemos trabajado ya en este proyecto nada menos que seis años. Cuando comience la obra quedarán por delante 46 meses de ejecución.
-¿Nos llevamos bien con Huelva ya o no?
-Llevarse bien con alguien -persona o institución- no implica la obligación de darle la razón. Sin embargo, como presidente del Puerto de Cádiz sí tengo la obligación de defender sus intereses y en un momento dado, consideramos que Huelva no tenía razón en su política comercial con el tráfico ro-ro.
-Los cruceristas son un buen negocio para la ciudad, pero ¿lo son para el Puerto? Con ellos se gana menos dinero que con la carga, ¿no?
-Los puertos de interés general, aunque tenemos unos objetivos económicos, también tenemos una obligación legal de contribuir al desarrollo económico y social del entorno en el que nos encontramos. De esta forma, estamos obligados a proteger y fomentar tráficos como la pesca o los cruceros por su repercusión social y económica de la verja para fuera por encima de su influencia en nuestra cuenta de resultados. No obstante, los cruceros tienen cada año un mayor peso específico en los ingresos del puerto. En 2010 supusieron el 13 por ciento del total, un porcentaje similar al del tráfico ro-ro, aunque inferior a los graneles, que suponen el 16 por ciento del total. Los ingresos por concesiones, por ejemplo, son ya el 35 por ciento. Siempre digo que uno de los aciertos del plan estratégico desarrollado en el año 99 fue apostar por la diversificación de los tráficos y especialización de las dársenas. Esto nos ha ayudado a compensar unos tráficos con otros.
-¿Cómo puede contribuir el Puerto de Cádiz a la celebración del Bicentenario?
-Ya hemos colaborado, en la medida de nuestras posibilidades, con la celebración de la Feria del Mar, por ejemplo. Para 2012 y como se ha hecho en otras ocasiones, colaboraremos en la celebración de la Gran Regata, siempre con el apoyo de la comunidad portuaria, que son los grandes sufridores de este tipo de colaboraciones, pues tienen que prestar sus oficinas -que es el muelle- por unos días. También tenemos previsto colaborar en la Feria del Mar 2012.
-¿Y cómo ve el futuro del muelle? ¿Cerrado por una valla o abierto a todos los gaditanos y como espacio de esparcimiento?
-La valla no cierra el muelle, ni lo separa de la ciudad, lo protege y la protege. Es un sistema de protección no sólo necesario, sino imprescindible para que pueda haber tráfico internacional de pasajeros y mercancías. Hace poco se conmemoraba el décimo aniversario de los atentados del 11-S. Se decía que ese día cambió el rumbo del mundo y este es un ejemplo. A raíz de aquello, se desarrolló un Código Internacional de Protección de Buques e Instalaciones Portuarias que obliga a los puertos a controlar los accesos a los recintos portuarios y a mantener una separación física con la ciudad.
-Finalmente, ¿qué pasa con el Vaporcito? ¿Sale o se queda en el fondo para siempre?
-De momento, nada hace indicar que se vaya a quedar en el fondo para siempre. La Autoridad Portuaria no podría permitirlo ni permitírselo. Estamos a la espera de que los armadores nos comuniquen cuándo y quién realizará las labores de reflotamiento. Esperamos que la solución llegue en cuestión de pocos días.