Jaime García Riveras de la Portilla posa con una de las piezas de la importante colección que guarda en su casa. :: JOSÉ RAMÓN LADRA
Sociedad

3.000 viajes al pasado

Paciencia e ilusión acompañan siempre a un buen coleccionista de piezas de época. LA VOZ te invita a embarcarte en esta aventura Coleccionar miniaturas de coches es una afición en auge. Jaime García posee una de las series más vastas del país

MADRID. Actualizado: Guardar
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La concienzuda tarea de todo coleccionista de objetos antiguos está alimentada con importantes dosis de nostalgia. La misma que empujó a Jaime García a ser constante en la búsqueda de miniaturas de coches antiguos a lo largo de 49 años. Hoy, su paciencia lo ha convertido en uno de los coleccionistas de su especialidad más destacados del país. Las 3.000 piezas que guarda en casa y que reproducen a escala cómo se conducía en décadas pasadas dan fe de ello.

Coleccionar miniaturas es una pasión de siempre que, sin embargo, ha experimentado un auge en los últimos años. El coleccionista citado como ejemplo, responsable técnico de una importante multinacional aseguradora, advierte de que hay muchísimos aficionados en este campo. Tanto que él y su club de amigos organizan cada año una feria de miniaturas en la que se dan cita cientos de coleccionistas, de dentro y fuera de España. «La crisis se ha notado, y aunque no puedo calcular cuánta gente ha pasado este año, sí sé que ha sido mucha y que en total se han reunido 55 expositores de coleccionistas», explica.

Una pasión, los coches

Pero el caso de García es excepcional. 3.000 piezas coleccionadas desde los siete años. ¿Qué tiene esta afición que tanto puede enganchar? Para él, lo principal es la pasión por los coches. «No me gusta el fútbol ni tengo otra afición. Me gustan los coches desde que era pequeño. Era mi juguete preferido y no quería otro. Ya de mayor, los coches a escala real también han sido mi gran pasión. De hecho, he tenido 24 a lo largo de mi vida. No hay otra cosa que me haga más feliz que tener una nueva miniatura», explica este experto en la materia.

Al margen de su apego personal a los turismos de décadas pasadas, especialmente de los años 60 y de marcas americanas, García cree que la afición por el coleccionismo radica en un sentimiento: la ilusión de la eterna búsqueda. «Yo me hago una lista de los coches que deseo y que no tengo y busco en todas partes hasta que doy con él. Esa búsqueda engancha. Utilizo poco Internet y, por ejemplo, aprovecho cualquier viaje para buscar. El sitio más raro en el que encontré algo fue en una tienda de Bulgaria, en el año 89. Más tarde, cuando lo consigues, obtienes una sensación de satisfacción que, a la vez, se convierte en un sentimiento encontrado. Has terminado tu búsqueda y tienes que comenzar otra», explica. Ese es el afán del auténtico coleccionista.

Jaime García es incapaz de calcular el valor de todas las piezas que tiene expuestas en casa. 3.000 ya es una cifra que habla por sí sola. Pero un vistazo a su hogar es la imagen necesaria para hacerse una idea. Vitrinas repletas en su despacho, en diferentes estancias, en un mirador acristalado y hasta en el trastero. Allí guarda aquellas piezas que ya no puede exponer.

Así, calcular el valor económico de sus joyas es tarea casi imposible. Sobre todo cuando en la colección se incluyen los coches con los que jugaba de pequeño y veía pasear por la calle hasta los que ha intercambiado con otros coleccionistas, pasando por aquellos por los que pagó un precio elevado.

De estos últimos, según reconoce, lo máximo que ha llegado a pagar son 300 euros. De cualquier modo, su miniatura más preciada es un turismo Opel del 63 y se debe a razones que tienen más que ver con el terreno de los sentimientos.

Para iniciarse

El consejo de este experto para todo aquel que quiera iniciarse en el arte de coleccionar es muy sencillo: pasión y paciencia. Los coches, sus características, la nostalgia de verlos en miniatura cuando antes corrían por las calles, sus mecanismos, marcas e historias, enganchan. Y también hay que tener paciencia porque al final «todo aparece».

LA VOZ te invita a partir de mañana domingo a iniciarte en esta afición que gana adeptos cada día, con la colección 'Coches clásicos inolvidables, los coches de tu vida' que podrás comprar cada domingo.

Además de las miniaturas a escala 1:43, cada entrega va acompañada de un fascículo en el que se explica con lujo de detalles la historia del modelo de coche en cuestión y la época en la que recorría las calles. En la información que acompaña a la miniatura también hay detalles técnicos, el coche por dentro y por fuera, anecdotario, etc. La obra editorial que acompaña a las miniaturas es un auténtico recorrido por tres décadas de automovilismo en España y consta de 30 entregas. Pero, como le pasó a Jaime García, puede ser el comienzo de una duradera y apasionante relación.