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Clive Owen, una estrella en San Sebastián. :: AP
Sociedad

«Haría cualquier cosa para que mis hijas no sufrieran daño»

El actor británico abre San Sebastián con 'Intruders', una aparente pero vacua intriga de Juan Carlos Fresnadillo Clive Owen Actor

OSKAR L. BELATEGUI
SA N SEBASTIÁN.Actualizado:

Clive Owen pasea por San Sebastián su apostura 'cool'. Su 1,90 de altura se las hizo pasar canutas en el pequeño avión que le trajo de Madrid, aunque peor suerte corrió la plana mayor de los invitados, que ayer sufrieron retrasos en un Barajas lleno de glamour. Que aprendan del actor Michael Fassbender, que viene a Donosti a lomos de su moto. O del director Aki Kaurismaki, que llega con su mujer y sus hijos en autocaravana desde Portugal. Owen tiene clase y caché de sobra para inaugurar el Zinemaldia. El misterioso conductor de los anuncios de BMW y rostro del perfume 'Hypnôse' de Lancome, protagoniza 'Intruders', un 'thriller' psicológico de Juan Carlos Fresnadillo despachado por la crítica como aparente pero vacuo.

La estrella de 'Closer' y 'El rey Arturo' encarna en el filme del tinerfeño a un obrero londinense enfrentado a las pesadillas de su hija, aterrorizada por una suerte de Hombre del Saco que se cuela en su habitación. Un 'intruso' que también aparece en los terrores de un niño español que, aparentemente, nada tiene que ver con la familia británica. Owen pone la 'jeta' en el póster de una producción española rodada en inglés y castellano, y distribuida en todo el mundo por Universal (en España se estrena el 7 de octubre). El séquito de publicistas, asistentes y jefes de prensa certifican que estamos ante una estrella.

«El guión me enganchó porque no es una historia de suspense sin más, es un drama psicológico, profundo. El terror está dentro de los personajes», explica el actor mientras, como buen inglés, sorbe una taza de té. Nacido en Coventry hace 46 años, Owen vivió de niño el abandono de su padre, un cantante country. Fue criado por su madre y un padrastro. Casado con la actriz Sarah Jane Fenton desde hace quince años, a la que conoció haciendo 'Romeo y Julieta', tiene dos hijas que le ayudaron a entender mejor su personaje.

«Como padre, comparto los miedos del protagonista», admite. «La seguridad de mis dos hijas está por encima de todo, haría cualquier cosa para que no sufrieran daño. Cuando eres padre tienes esos temores recurrentes de que puede pasarles algo malo a tus hijos. Y al acudir a consolarlos de noche en su cama recuerdas cuando tenías su edad y lo intensas que pueden resultar las pesadillas, aquellos despertares con el miedo metido en el cuerpo».

'Intruders' opone lo sobrenatural a dos remedios que devienen inútiles: la psicología y la religión. No hay terapia que valga ni exorcista eficaz si el horror se ha instalado en nuestro subconsciente. «Yo no soy particularmente religioso», reconoce su protagonista. «La película traza un equilibrio entre los elementos sobrenaturales y la realidad. El miedo más insuperable está dentro de nosotros, es el que nos hace temer el mundo exterior. Nos encerramos en nuestras casas llenas de medidas de seguridad y no nos damos cuenta de que llevamos con nosotros la amenaza».

No quiso ser James Bond

La hermosa y cruel moraleja del filme de Fresnadillo es que los padres, aunque no lo quieran, transmiten sus miedos a sus hijos. La familia es el origen del problema y también la solución. «Es una paradoja: trato de salvar a mi hija y al mismo tiempo le puedo estar causando daño. Mientras, mi mujer empieza a sospechar que el intruso no es real... Me recuerda a esas familias de gente perturbada que tienen que tomar la dura decisión de internarla por su bien».

En el caso de Clive Owen, la decisión más trascendental de su vida fue decir no a un papel en 2005. Aunque sonríe y calla cuando se le pregunta, el protagonista de 'Hijos de los hombres' y 'Sin City' tenía todos los boletos para ser James Bond cuando Pierce Brosnan colgó el esmóquin. Al parecer no quería encasillarse, un prejuicio que Daniel Craig aprovechó. La desconcertante filmografía de este galán turbio y vulnerable, fan irredento de David Bowie en la vida real, demuestra que no le hace ascos a nada: tan pronto se apunta al cine de aventuras en 'Amar peligrosamente' junto a Angelina Jolie (que, con permiso de Brad Pitt, lo definió como el hombre más sexy con el que había trabajado), como encarna a Sir Walter Raleigh en 'Elizabeth'.

«Aprendí en el teatro a hacer la mayor cantidad de personajes diferentes posible», descubre este graduado de la elitista Real Academia de Arte Dramático, donde tuvo como compañero de promoción a Ralph Fiennes. «Empecé a actuar en cine sin ningún plan preconcebido. Mi carrera se basa en elecciones individuales, me he guiado por mi instinto, por el guión y el director. Tampoco creo en los géneros, porque cada película es un género en sí mismo».

Tan mal no le ha ido, nominación al Oscar incluida por su libidinoso médico en 'Closer'. Además de 'Intruders', lleva otras dos películas como padre: 'The Boys Are Back', la historia de un viudo que tiene que criar a sus niños, y 'Trust', donde bregaba con los problemas de su hija adolescente. «No puedo evitarlo, son temas que me tocan profundamente como padre». Al volante de su Jaguar o en anuncios dirigidos por Wong Kar-Wai, Clive Owen contempla con ironía inglesa ese lado suyo de 'sex-symbol' sofisticado y un pelín canalla para mujeres con gusto.

En su empeño en seguir alejándose del encasillamiento, cuesta imaginarle como Ernest Hemingway en su último largometraje, dirigido por Philip Kaufman. «El guion es maravilloso. Pasé varios meses leyendo todo sobre Hemingway. He seguido sus correrías en París, he visitado su casa en Cuba... Nicole Kidman interpreta a Martha Gellhorn». Clive Owen promete que nunca se irá a vivir fuera de Londres y revela su actor favorito: «Javier Bardem».