El Barça siente la tensión

El Barça recibe esta tarde a Osasuna con una tensión inesperada en el entorno. Después de conquistar 12 títulos de 15 disputados (los dos últimos en agosto) y de un brutal 5-0 al Villarreal en la primera jornada de Liga, han bastado dos empates consecutivos para que el nerviosismo se instale en el Camp Nou. La Real Sociedad, en la Liga, y el Milan, en la Champions, han humanizado al conjunto azulgrana, igualando dos encuentros que dominaba a placer el campeón vigente de ambas competiciones. Y en un club históricamente amante del fatalismo, las alarmas han comenzado a sonar. Que si «barriga llena» (lo dijo el martes el propio Guardiola en referencia a la posible falta de hambre de éxitos, aunque ayer se molestó cuando se lo recordaron), críticas a la defensa del reciclaje (pivotes y laterales obligados a jugar de centrales), polémica porque en mes y medio ya van cinco lesiones musculares (los ya recuperados Afellay y Adriano y las tres actuales, las de Piqué, Alexis e Iniesta)... Harto de escuchar y leer teorías con las que explicar los empates, el técnico mostró su talante más serio en una rueda de prensa en la que aseguró que él lo sigue teniendo todo muy claro, pero en la que su tono no despejó una evidencia: sí, hay preocupación.

«Nunca prometo títulos. De hecho, probablemente este año no ganemos nada. Solo prometo que el equipo será reconocible, como ante el Milan, disparando 23 veces a portería, manteniendo un 70% de posesión de balón», declaró Guardiola.

«Podemos empatar o perder, pero si pasa eso siempre será con el equipo manteniendo su estilo. Solo espero que mis jugadores se comporten ante Osasuna y en los próximos partidos como en estos últimos días», comentó el entrenador barcelonista, especialmente irritado por las críticas al centro de la zaga. Con Piqué lesionado y Puyol cogiendo ritmo competitivo poco a poco, ante la Real se alinearon Busquets y el canterano Fontàs, mientras que contra el Milan repitió el centrocampista internacional junto a otro pivote: Mascherano. El de Badia se ha llevado los palos por su falta de velocidad en esa demarcación. Guardiola le defendió este viernes con el corazón: «Tras el partido ante el Villarreal Sergio Busquets era un gran central, ahora ya sabemos que es un inútil. Qué le vamos a hacer. 'Busi' puede jugar de central porque tiene una generosidad impagable, se adapta a una posición que no es la suya y en eso ya me tiene el corazón robado. Lo que le pido como central es lo que necesitamos, no que persiga a Pato».

Pero la cuestión que puede crear un conflicto interno es su referencia a las giras de pretemporada cuando habló de las lesiones musculares. «La gira del año pasado fue peor que la de este. Dice el señor Faus (directivo del club) que las giras son necesarias, y hay que respetarlo».

Sin Alexis, Piqué ni Iniesta, Guardiola convocó a los 18 disponibles, señal de que la plantilla sigue siendo corta. Parece seguro que Puyol ya será titular tras jugar unos minutos europeos para que vaya reencontrándose consigo mismo, y de esa manera, aunque el comentario no sea del agrado de Pep, Busquets podría volver a jugar en su mejor zona, por delante de la zaga.

Osasuna, por su parte, llega con el aval de que José Luis Mendilíbar casi siempre ha sabido con sus equipos poner las cosas difíciles al Barça de Guardiola, aunque siempre ha perdido. «La estadística dice que es difícil que pinchen tres veces seguidas, pero tenemos que intentar que sea así. Si no damos el cien por cien vendremos con la mochila llena», aseguró el técnico, que tiene las bajas por lesión de Riesgo, Sergio, Nekouman, Masoud y Ion Echaide.