Varios colectivos revientan un nuevo acto de las Fiestas de la Vendimia
Más de cien empleados de autobuses y Onda Jerez persiguieron con pitadas y pancartas a delegados municipales en la Feria Gastronómica
Jerez Actualizado: GuardarQue el ambiente está crispado en Jerez a consecuencia de la crisis económica se pudo notar ayer, una vez más, con motivo de un acto festivo. Ni siquiera las celebraciones dejan espacio para una tregua, como pudieron comprobar ayer varios delegados municipales, a las 20 horas, durante el acto de inauguración de la Feria Gastronómica, dentro de las Fiestas de la Vendimia.
Las plantillas de Onda Jerez y de los autobuses persiguieron a Antonio Real, delegado de Turismo, Cultura y Fiestas, Antonio Montero, concejal de Promoción de Eventos Culturales, y Francisco Cáliz, delegado de Impulso Económico, desde la plaza del Arenal hasta la Alameda Vieja, donde estaba prevista la inauguración de la citada feria de septiembre.
Pitadas, gritos y pancartas reivindicativas contra la alcaldesa, a menos de un metro de los delegados, les siguieron el camino hasta la Alameda Vieja. En total, más de un centenar de personas que obligaron a los responsables políticos a regresar al Consistorio antes de tiempo.
El presidente del comité de Onda Jerez, Raúl Ruiz-Berdejo, quiso dejar claro que ésta será la tónica habitual a partir de ahora: «Vamos a seguir a la alcaldesa –que ayer estuvo ausente de la inauguración de la feria– a casi todos los actos a los que vaya». Algo que, según matizó, harán «de manera pacífica».
El objetivo que tienen los empleados de Onda Jerez no es otro que frenar el concurso de acreedores de la sociedad Jecomusa puesto en marcha por el Ayuntamiento y que conllevará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que podría afectar a más de la mitad de la plantilla. No obstante no se puede olvidar que el gobierno municipal, a través de su portavoz Antonio Saldaña, ha recalcado que se pondrá en marcha un plan de viabilidad para «minimizar los efectos» del citado ERE.
En cuanto a los autobuses, los impagos de hasta cinco mensualidades están provocando auténticos dramas familiares entre la plantilla de Urbanos Amarillos, la empresa concesionaria del transporte público. Los trabajadores exigen al Ayuntamiento una solución definitiva para que la empresa les abone el dinero que les adeuda. El Consistorio subraya que está buscando dichas soluciones y a la vez negocia con otras empresas.