Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Artículos

Juntos, mejor

Es una pena que sea ahora cuando impere el sentido común entre los dos grupos llamados a gobernar España

FÉLIX MADERO
Actualizado:

Hoy el Congreso de los Diputados tiene previsto aprobar la nueva reforma laboral. La reforma saldrá adelante porque el Gobierno ha pedido ayuda al Partido Popular, y el PP ha decidido dársela. Zapatero, tan crepuscular como amable en sus últimas intervenciones, podría haber llamado a la puerta de los nacionalistas de CiU, pero entonces el Gobierno habría pasado por la taquilla de los nacionalistas y en el nuevo texto estaría recogida la pretensión de los nacionalistas catalanes: que prevalezcan los convenios autonómicos por encima de los nacionales. O sea, una barbaridad.

Es una pena que sea en este momento en el que suenan tantas alarmas cuando impere el sentido común entre los dos grupos llamados a gobernar España. Una triste pena que unos y otros se sientan urgidos ahora y acoten el espacio que transitan los españoles, sean estos de derechas o de izquierdas. O sean nacionalistas. Es sorprendente que hayan tardado tanto tiempo en ponerse de acuerdo. Tengo para mí que si Zapatero hubiera atendido antes a los rigores que el sentido común demanda las cosas le hubieran ido mejor. Estoy seguro de que la respuesta de los ciudadanos -incluso los que le votan o le votaron-, hubiera sido distinta. El presidente es hoy un hombre con unos niveles bajísimos de popularidad, y lo es por muchas razones. Una de ellas, la fundamental, es no haber distinguido entre lo urgente y lo importante y no haber visto que, por encima de los votos y las siglas, hay ciudadanos que esperan respuestas equilibradas. Si cada vez que ha precisado ayuda en asuntos que tienen que ver con todos los españoles hubiera llamado a la puerta del PP, el beneficiado habría sido él. Si hubiera llamado y Rajoy no hubiera abierto la puerta, el perjudicado habría sido Rajoy. Ahora ambos han descubierto que juntos el país puede ir mejor. De hecho lo que hoy va a pasar en el Congreso es un ejercicio de inteligencia y algo más: de generosidad.

Estas dos circunstancias, necesarias para hacer políticas que piensen más en los ciudadanos que en el día de los votos, han estado ausentes en las dos últimas legislaturas. Soy de los que piensan que el Zapatero terminal es la mejor versión de un dirigente que ha trabajado siempre con intuiciones que convertía en certezas. O sea, la peor manera de dirigir un país. Ahora que se va envía mensajes razonables en los que parece que sabe lo que tiene que hacer, y además acierta. Si hubiera llamado más veces a Rajoy y, sobre todo, si no lo hubiera engañado las veces que se han visto, su salida del Gobierno y de la política habría sido otra. Gente muy cercana me suele recordar que para muchos cristianos el peor pecado no es el que solemos imaginar, que se trata de la soberbia. Ay, la soberbia señor Zapatero, la soberbia. Por lo demás, le digo al presidente lo que Pío García Escudero en el Senado: que le vaya bien. Sinceramente.