Atlético, Celtic y la batalla de Glasgow
La cita se calienta desde Escocia, 37 años después de que la violencia venciera al fútbol en las 'semis' de la Copa de Europa
MADRID.Actualizado:Han pasado ya más de 37 años de la batalla entre el Celtic y el Atlético en las semifinales de la Copa de Europa, pero lejos de haber enterrado el hacha de guerra, desde Escocia se han encargado de calentar el choque que hoy disputarán ambos equipos en el estreno de la segunda competición continental. Será en el Calderón. No en Glasgow, donde en abril de 1974 el Celtic y el Atlético protagonizaron un explosivo partido de ida de semifinales, saldado en el campo con tres expulsados rojiblancos (Ayala, Panadero Díaz y Quique), y en el túnel de vestuarios con una pelea durante la cual incluso hubo algún puñetazo a la policía.
El árbitro turco Babacan pasó entonces a integrar la lista negra del 'Pupas'. Sin embargo, la heroica resistencia del 'Atleti' con ocho jugadores valió para el 0-0 en Celtic Park y para que los rojiblancos sacasen después en el Manzanares (2-0) el billete para la que sería la final más dolorosa de su historia. El Celtic, que también fue eliminado por los rojiblancos en la Recopa en 1985, no ha olvidado aquella afrenta. «El Atlético de Madrid es la escoria. Su nombre me llena de repugnancia. Solo pensar en las atroces entradas sobre Jimmy Johnstone me hace hervir la sangre. El valor que mostró contra los matones del Atlético fue realmente sorprendente. Si algunos de los golpes sobre él hubieran sido en la calle varios de los animales del Atlético habrían acabado en la cárcel». El autor de estas frases es uno de los futbolistas más importantes del Celtic, Billy McNeill, y no ha pasado ni una semana desde que las escribió en 'The Scottish Sun'. Los ultras escoceses que no vivieron la batalla campal habrán tomado nota, pero habrá que esperar al 30 de noviembre para ir a Glasgow.
«Quizás hicimos alguna entrada para intimidar y en algún caso pudimos excedernos, pero no hubo violencia», recuerda el rojiblanco defensa Melo. «Tras el partido estábamos ante una máquina de dar golpes», denuncia Ovejero. «Todo lo que se movía y era rojiblanco recibía», asegura Heredia. La violencia que ensució la ida dejó paso al fútbol y el 'Atleti' se vengó en la vuelta, aunque ahora son los escoceses, alimentados por las acusaciones de quien fuera su capitán, McNeill, los que afrontan el encuentro de esta noche con ánimos de revancha.
Sustituto del Sion, castigado por la UEFA por alineación indebida, el Celtic llega crecido por su clasificación en los despachos y por su reciente goleada en la Liga de su país, aunque mermado por sus numerosas bajas.