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Clara Lago: «Cuando te enamoras pierdes el norte»

La joven actriz madrileña protagoniza junto a Quim Guitérrez 'La cara oculta', una película de suspense rodada en Bogotá

MADRID Actualizado: Guardar
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A Clara Lago le avisaron con diez días de antelación de que el papel en 'La cara oculta', película que se estrena este viernes, era suyo. La joven actriz madrileña se llevó una doble alegría: la primera porque rodaba otra vez con Quim Gutiérrez tras 'Primos', de Daniel Sánchez Arévalo; la segunda, porque iba a rodar un largo fuera de España, en Colombia. "Hacer una peli fuera es muy divertido", confesó Lago. Aunque la aventura colombiana no fue tan apacible como los dos esperaban en un principio. El rodaje se produjo en medio de las mayores lluvias invernales en 60 años y con más de quinientos muertos. "En el riachuelo que había al lado de la casa donde rodábamos aparecían flotando vacas muertas", contó Lago durante la presentación de la cinta.

Fue la única pega de las semanas que pasaron en el país sudamericano. El resto del trabajo fue sobre ruedas. Los dos actores se pusieron a las órdenes de Andi Baiz ('Satanás') para interpretar a una pareja española, Adrián (Gutiérrez) y Belén (Lago), que se muda a Bogotá porque él consigue el puesto de director de una orquesta filarmónica. Pero la convivencia se hace más complicada y Belén comienza a dudar de la sinceridad de Adrián cuando le ve tontear (o no) con otra mujer. "Mi personaje es como la vida misma. Cuando te enamoras pierdes el norte de las cosas, te conviertes en medio lela", comentó Lago, que perdió varios kilos para darle más credibilidad al cambio de su angustioso personaje.

Esta situación tiene su base en las inseguridades de cada uno, como le sucede a Belén. "Ella está muy enamorada, pero pronto se siente chiquitita porque no deja de ser un tío muy brillante que le saca diez años", argumentó. "Y cuando ve que tontea con otra, ¿dónde queda todo el sacrificio que ha hecho?", se preguntó la intérprete de 'El mal ajeno' o 'El juego del ahorcado'.

Por su parte, el actor catalán destacó que su personaje se mueve por unos impulsos que dejan libre "esa parte oscura del corazón donde juegas con la posibilidad de hacer daño a los que te rodean". Y en esa fina línea se mueve Gutiérrez con su Adrián, que en momentos se convierte "en vengador o en víctima". "Al final es como la vida misma", recalcó.