José Orihuela, ¿en el olvido?

De haber continuado entre nosotros José Orihuela habría cumplido 80 años. Un inicuo olvido, pesa desde hace décadas, sobre uno de los más importantes pintores nacidos en Puerto Real en 1931: José Orihuela Rodríguez, bautizado en la parroquia Prioral de San Sebastián. En 1955 dio a contemplar en Santa Cruz de Tenerife una magnífica exposición de sus obras. De esos años, es un logradísimo retrato de S. S. Juan XXIII. El genuino estilo de Orihuela Rodríguez estaba inserto en el hermoso impresionismo, de magistral e inquieta evolución.

Nuestro paisano fue discípulo del general Pierre de Matheu en 1958, exponiendo en Sevilla en 1961 una prolija selección de pinturas al óleo, entre las que destaca 'Jerusalén', 'Montería', 'Crepúsculo de Cabre y Luna sobre el mar' de varios paisajes gallegos y otros lugares de España.

Posteriormente fue seguido con manifiesta deleitación en sucesivas muestras en Madrid, Sevilla, Málaga, Marbella, Torremolinos y en la Galería Royale de París. En Madrid recayeron sobre él innumerables encargos de famosos, a los que Orihuela retrataba con esmero y falta de tiempo por razones de intenso pero singular trabajo.

En una selecta exposición en 1968 figuran retratos de Sara Montiel, Francisco Rabal, Marisol. Natalia Figueroa dijo de él: «Le gustaban, sobre todo, los retratos. Lo más característico de Pepe. Pintó retratos de Lucía Bosé, Raphael, Manuel Alejandro, Marisa Mell, Dolores Abril. Orihuela era un ser lleno de gracia, de optimismo, de sensibilidad, humanidad. Virtudes grandes, importantes. Nos la contagiaba. Aquello es de Orihuela, lo preguntamos sin habernos acercado a mirar la firma. ¿Qué mejor piropo puedo yo decir de este pintor.?»

El muy prematuro fallecimiento de Orihuela Rodríguez a los 44 años de edad nos privó el asistir a la absoluta consagración de este puertorrealeño excepcional. Merece que su Real Villa natal, no le haga caer en el inadmisible olvido.