Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
El portavoz del PP en esta Cámara, Pío García Escudero, se dirige al presidente del Ejecutivo. / Efe
sesión de control

El PP entierra el hacha de guerra en el adiós de Zapatero al Senado

García-Escudero reconoce los méritos del presidente y le pide compresión por sus ataques durante las dos últimas legislaturas

MELCHOR SAIZ PARDO
MADRIDActualizado:

Sorprendente. Pío García-Escudero, el otrora azote de Rodríguez Zapatero en sus visitas mensuales al Senado, ha enterrado hoy, bien profunda, el hacha de guerra en la última comparecencia del presidente del gobierno a la cámara alta. Apenas ha habido reproches y sí muchas alabanzas al adversario político en una intervención que ha sonado a un definitivo adiós.

“Pese a la lógica discrepancia, siempre me ha merecido usted el máximo respeto”, le dijo el senador ‘popular’ a un sorprendido Rodríguez Zapatero, que, tras las primeras palabras del portavoz del PP, se relajó. “Mi intención nunca ha sido distinta a la de la suya, presidente, la de defender aquello en lo que creemos cada uno”, señaló el mismo senador que durante los últimos siete años había acusado al presidente de traicionar a los españoles con la negociación con ETA o de ser el mayor culpable de la crisis económica.

Incluso, el ‘popular’ llegó a reconocer sin ambages el “acierto” del presidente en su decisión de comparecer al menos una vez en el pleno de la cámara para someterse al control de sus señorías. Una iniciativa –apuntó García-Escudero- que ha “sido muy beneficiosa” para el Senado El líder del PP en la cámara alta, admitió haber sido duro con el presidente y de haber protagonizado “debates muy intensos”, pero insistió en subrayar la valía de su “contrincante político”, al que le deseó “todo lo mejor”.

Las pocas críticas de García-Escudero incluso pasaron desapercibidas ante tanta alabanzas. El senador reprochó a Rodríguez Zapatero no haber logrado en estas dos legislaturas la prometida reforma de la cámara territorial, haber celebrado un solo debate sobre el estado de las autonomías y no haber conseguido la “notoriedad” necesaria para la Conferencia de Presidentes.

Un Rodríguez Zapatero que no salía de su asombro ante las lisonjas y las tibias críticas desde la bancada opositora, incluso se atrevió a bromear con García-Escudero, al que le afeó que hubiera sido tan “duro” con él, aunque dijo “entenderlo”. El jefe del Ejecutivo, con idéntico guante blanco, no buscó culpables y aceptó las críticas, sobre todo por el asunto de la Conferencia de Presidentes, que reconoció que se ha convertido en un “debate político y partidista”, cuando en realidad debía haber sido un debate institucional.

El presidente del Gobierno, que recordó que en estas dos legislaturas ha respondido 156 preguntas en pleno, se despidió este martes para siempre del Senado con otras tres interpelaciones y un cerrado aplauso de más de un minuto del grupo socialistas.