Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
MUNDO

Duros combates en la cuna de Gadafi

Los rebeldes se topan con una enconada resistencia en los últimos bastiones del dictador en Sirte y Bani Walid

J. MARTÍN
TRÍPOLI.Actualizado:

Las fuerzas rebeldes libias y las que permanecen leales al coronel Muamar Gadafi libran ya fuertes combates en las calles de Sirte, la ciudad natal del 'guía de la revolución' y uno de sus últimos reductos, según informó ayer la cadena de televisión catarí Al-Yasira. Es la primera vez desde que en febrero comenzó la rebelión contra el régimen que sus partidarios y los rebeldes luchan de manera directa en la localidad norteña, donde permanecen acantonadas varias unidades que no parecen dispuestas a rendirse. Además de Sirte, los gadafistas retienen Sabha y Bani Walid.

Los rebeldes, enquistados en un frente bélico donde los avances son escasos y la resistencia gadafista férrea, lograron ayer una importante victoria política y diplomática al recibir el reconocimiento de China. El gigante asiático era el único miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU que no había aceptado a las nuevas autoridades, con las que mantenía una agria polémica debido a que empresas chinas habían negociado la venta de armas al antiguo régimen durante los meses del alzamiento.

El beneplácito de Pekín al Consejo Nacional de Transición (CNT) llegó en una jornada en la que se recrudecieron los combates en el este y se dispararon las alertas por la crítica situación humanitaria de los civiles en los bastiones que resisten. En Bani Walid, con combates en las calles especialmente sangrientos, los leales gadafistas mantienen a los habitantes como escudos para contener el avance de las tropas rebeldes y los bombardeos de la OTAN.

«Los testimonios son desoladores. Hay muchas personas que quieren huir pero no les dejan», explicó a Efe una fuente de Médicos Sin Fronteras.

Refuerzos de Misrata

En Bani Walid, donde los combates son más enconados, unidades de vanguardia lanzaron ayer una nueva ofensiva para estabilizar algunas zonas. Una vez aseguradas las posiciones, los insurrectos retornaron sobre sus pasos en espera de la ayuda de la OTAN, fundamental durante toda esta guerra. «Los refuerzos están llegando desde Misrata. Esperamos que en un par de días podamos tener muy buenas noticias», explicó en Trípoli el general Omar al-Hariri.

El optimismo de los mandos en la capital se contrapone a la cautela de los jefes militares, que esperan una resistencia dura y quizá larga. Comandantes en Bani Walid recuerdan que en el interior están atrincherados más de medio millar de combatientes, bien entrenados, leales y disciplinados, y un centenar de francotiradores.

Sin embargo, el hecho más impactante del frente llegó de la localidad petrolera de Ras Lanuf, desde hace meses en poder de los rebeldes. Allí, al menos 15 soldados murieron y varios más resultaron heridos en una incursión gadafista. La caravana de atacantes procedía de una zona del desierto entre Sirte y el oasis de Jufrah, lo que evidencia las dificultades de las nuevas autoridades para controlar el sur del país.