El morbo deja paso al 'glamour'
El estreno de la 'Champions' medirá en el Camp Nou al el campeón y a uno de los aspirantes al título Ibrahimovic, lesionado, no se reencontrará con Guardiola en un Barça-Milan
BARCELONA. Actualizado: GuardarUna inoportuna, y sospechosa para los malpensados, microrrotura fibrilar de Zlatan Ibrahimovic ha desviado el foco de atención previsto para el estreno del Barça en la Liga de Campeones. No podía haber nada más morboso que el regreso del internacional sueco al Camp Nou un año y pocos días después de haberse marchado al Milan tras catalogar a Guardiola como «filósofo» de forma despectiva, primera parte de una serie de críticas que dedicó al técnico azulgrana de forma periódica «por no haberme dejado triunfar en el Barça». Pero el reencuentro tendrá que esperar, porque el exbarcelonista, que solo pudo cumplir uno de los cinco años que firmó, no viajó con la expedición 'rossonera'.
Como ha sido una de las pocas voces, si no la única, que ha cuestionado la hipotética perfección del de Santpedor en los tres últimos años, todo el mundo estaba pendiente de Ibrahimovic. Ciertamente, fue fichado en 2009 a golpe de talonario por Guardiola como el '9' grande que necesitaba, para ser despreciado doce meses después por el mismo entrenador al descubrir que lo que realmente hacía grande su equipo era jugar con Messi como falso '9' sin nadie que entorpeciera su camino hacia el gol. La tesorería azulgrana todavía está temblando tras aquella ruinosa operación...
Ibrahimovic, en el fondo y sin pretenderlo, le ha hecho un favor con su ausencia al Barça, que sin elementos extradeportivos que analizar pasa a ser el único y lógico centro de la noticia. Vuelve el campeón, el equipo que dio una lección al Manchester United en la última final de Wembley (3-1) con goles de Pedro, Messi y Villa, el tridente ofensivo que hoy podría volver a ser alineado por Guardiola debido a la baja del chileno Alexis, que ha visto interrumpido su gran inicio como azulgrana con una rotura en los isquiotibiales que se produjo en Anoeta que le obligará a permanecer dos meses en la enfermería.
Solo hay otra baja más por lesión, Piqué, que podría provocar la reaparición de Puyol, que ya estuvo en el banquillo frente a la Real Sociedad tras superar una lesión que apenas le permitió disputar cuatro partidos en los últimos ocho meses. La posible participación del capitán, de todos modos, es una incógnita debido a que no está claro el sistema que utilizará su técnico ni las rotaciones que hará. El 3-4-3 empleado ante el Villarreal en la primera jornada liguera, con Messi y Cesc alternándose en la media punta, deslumbró y propició un 5-0. El equipo del 4-3-3 tradicional diseñado en Donosti, con Messi e Iniesta reservados en el banquillo, no supo mantener la tensión tras el 0-2 madrugador y se acabó conformando con el empate tras una relajación alarmante.
Messi, máximo goleador en las tres últimas ediciones de la Liga de Campeones, recuperará su plaza en el once, al igual que Iniesta, que se reencontrará con uno de los pocos rivales que parece tenerle animadversión. Se trata de Van Bommel, que en la final del Mundial le cosió a patadas antes de que Iniesta lograra el gol del título. «Del que me dio, ya me lo esperaba», comentó meses después en aparente referencia a algún problema de convivencia que pudiera haber tenido con el holandés en su etapa azulgrana.
En aquella temporada 2005-06, Rijkaard confiaba más en Van Bommel que en un joven Iniesta, que solía aparecer como revulsivo en los partidos, como en la final de París ante el Arsenal. Andrés tenía sus defensores en la plantilla y en el cuerpo técnico (Eusebio), por lo que Van Bommel ya le levantó por los aires en algún entrenamiento para demostrar su jerarquía. Iniesta desmintió ayer cualquier problema, al igual que el centrocampista del Milan.