Felicidad=virtud
Actualizado: GuardarCon frecuencia se nos propone la imagen de que aquellos que tienen mucho dinero y despilfarran, o son promiscuos, o consumen drogas, o desobedecen a sus padres o a las autoridades legítimas, o pasan de todo, ésos son los más felices. Sin embargo, la vida pone las cosas en su sitio y descubrimos que no son tan felices como aparentan ni como otros se encargan de retransmitirnos morbosamente. La vida de cada persona es única e irrepetible, y en esos momentos de aparente liberación pueden pasárselo bien, no cabe duda, pero se destrozan a sí mismos, y dejan tras de sí tal cantidad de recuerdos, experiencias y resaca que cada día se les hace más difícil vivir.
Por el contrario, también nos presentan a la gente virtuosa como triste, malencarada, envidiosa, con pensamientos oscuros y acciones externas nada ejemplares en muchas ocasiones. Nada más lejos de la realidad: la gente que es alegre se porta bien con quienes les rodean porque se encuentran a gusto consigo mismos y esto es así porque no les remuerde la conciencia, porque están en paz con Dios. Y por eso, viven también la justicia, y la lealtad, y se sacrifican por quienes están a su alrededor porque los quieren, pero sin considerarse víctimas a sí mismos. Yo lo veo claro: no se puede ser feliz sin Dios. La felicidad en las personas se siente y se transmite cuando y porque son virtuosas, y si no, miremos el ejemplo de tantos jóvenes en las JMJ. Lo contrario son fuegos artificiales. Felicidad = virtud.