Y así se puso punto final al verano en Cádiz

Cádiz dijo adiós a la temporada de verano con una fiesta por todo lo alto. La ciudad recibió a miles de personas de la provincia para presenciar la demostración aérea y disfrutar de un día de playa. Un buen plan antes de enfrentarse a la rutina que comienza hoy con la vuelta al cole. En La Victoria no faltó ni uno de los detalles que la definen como una playa familiar: el vendedor de patatas paseando por la orilla en plena exhibición, tres niños perdidos a lo largo de la mañana y dos lipotimias causadas por el calor. No hubo ningún incidente grave en toda la mañana.

La Avenida de Cádiz y el Paseo Marítimo comenzaron a recibir la visita de vecinos y forasteros desde las diez de la mañana, pero sobre la una de la tarde no cabía ni un alfiler en las cercanías del hotel Playa Victoria.

Los negocios hosteleros de la zona hicieron ayer otro domingo de agosto, especialmente al finalizar el festival. A la hora del almuerzo no se podía encontrar mesa en el Paseo. Y esto que ayer fue una fecha especialmente negativa, 11 de septiembre: «Un mal día para hacer piruetas con un avión», como se oyó más de una vez en el Paseo de boca de los asistentes, que no olvidaban el fatídico aniversario del atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York. Excepto este recuerdo negro, todo fue ambiente festivo y dominguero en Cádiz durante una jornada en la que acompañó el tiempo; con temperaturas no demasiado altas y un airecito de Poniente (que saltó a medio día) y que fue agradecido por los espectadores de la exhibición. Y así se despidió Cádiz del verano de 2011.