PRIORIDAD ABSOLUTA, CREACIÓN DE EMPLEO
Actualizado:Mariano Rajoy cree que la fórmula para que el mundo financiero contribuya a la salida de la crisis no es la imposición de tasas o impuestos, como defiende el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba; el camino pasa por «hablar» con los bancos para que contribuyan a ver la luz al final del túnel. El líder de la oposición se mostró convencido de que de ese diálogo «saldrán soluciones» y fluirá el crédito. De lo que también está seguro es de que el PP es el único que puede «iluminar el camino de salida» de la crisis porque el PSOE ha demostrado que solo sabe hacer lo que no se tiene que hacer.
El presidente del PP se refirió ayer por primera vez a «la responsabilidad» que tienen que asumir las entidades financieras para revertir la negativa situación económica en la clausura del Foro del Empleo que su partido organizó el viernes y ayer en Las Palmas de Gran Canaria. Ante la plana mayor de los populares, Rajoy dijo que si gobierna «hablará a fondo» con la banca «para ver qué se puede hacer» ante las restricciones del crédito. «De ese diálogo -vaticinó- saldrán soluciones» porque el mundo de la finanzas tiene que «asumir su parte de responsabilidad».
El líder de la oposición no desgranó qué va a pedir a la banca, más allá de constatar que es necesaria una reanudación de las líneas de crédito para las familias, emprendedores y pequeñas y medianas empresas, ni en qué forma puede contribuir ésta a la superación de la crisis. Pero sus palabras supusieron una novedad en el discurso del PP, que hasta ahora no había abordado el papel de las entidades financieras en la crisis.
Rajoy explicó que los bancos y las cajas de ahorro tienen que participar en la que será la principal batalla de su gobierno, la creación de empleo, una tarea que es, dijo, «una urgencia nacional» porque con casi cinco millones de parados el problema adquiere una dimensión global. Las entidades financieras tienen, según el candidato popular, que reactivar el crédito porque sin dinero es «muy difícil» que haya inversión, y sin ella es imposible la creación de puestos de trabajo.
El líder de la oposición hizo esta reflexión 24 horas después de que en ese mismo foro el presidente de Bankia y exvicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, abogara por una vinculación de la evolución de los salarios a la productividad y defendiera que los ajustes en las empresas no se traduzcan solo en despidos sino que contemplen rebajas salariales para frenar el crecimiento del desempleo.
Reestructuración
Rajoy no hizo mención a esas palabras de Rato, pero consideró necesaria una «reestructuración» del mercado de trabajo en España para acompasarlo a los países de «nuestro entorno», una forma de decir que la reforma laboral aprobada por el Gobierno con la oposición del PP, y que motivó una huelga general convocada por las centrales sindicales, es insuficiente y que si llega al palacio de la Moncloa la profundizará para hacer más elástica la dinámica laboral.
El líder opositor dio una pincelada de sus ideas cuando se mostró partidario, al igual que el presidente de Bankia, de la reforma de los convenios colectivos y de la contratación laboral. Los convenios, comentó, no pueden ser de ámbito territorial porque «no es lo mismo una empresa de Bilbao que una de La Gomera» aunque sean del mismo ramo productivo.
Cada compañía es «diferente» y las decisiones salariales deberían ser competencia del empresario y los trabajadores. Se mostró de acuerdo asimismo con «la simplificación» de los tipos de contratos para tender hacia la desaparición de los trabajos temporales y contar con un modelo único para los empleos fijos.
Tampoco se mostró entusiasmado con las medidas de fomento del empleo juvenil aprobadas el 26 de agosto por el Consejo de Ministros y que serán convalidadas la próxima semana por el pleno del Congreso. El PP se abstendrá en la votación, según adelantó ayer la portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, porque si bien hay aspectos del paquete de medidas con los que su grupo está disconforme hay otros que comparte.
El PP no dijo con qué apartados está de acuerdo, pero no comparte la iniciativa de los contratos con categoría de becario hasta los 30 años ni la imposibilidad de que pase a ser un trabajador indefinido el empleado que acumule dos años se contratos temporales. Es una forma de convertir en «norma general» la temporalidad, puntualizó Rajoy en el discurso con el que cerró ayer el Foro del Empleo de su partido.
Tarea colectiva
Pero todas estas medidas para crear empleo, explicó el líder de la oposición, están supeditadas a que se den tres condiciones: «confianza, crédito y cuentas públicas saneadas». Sin ellas, aseguró, no es posible generar puestos de trabajo por más medidas que se planteen. Ese es, a su juicio, el problema que ha tenido el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que no ha sabido generar confianza, ha visto cómo se cerraba el grifo del crédito y ha acumulado déficit tras déficit en las cuentas públicas. Los socialistas en estos casi ocho años, concluyó, «no han estado a la altura de las circunstancias» y a la vista de lo hecho sus promesas «no son creíbles».
Rajoy se comprometió a no caer en esos mismos errores si gobierna después del 20 de noviembre. El PP, añadió, será el faro que «ilumine el camino de salida de la crisis», como ocurrió en 1996 con José María Aznar. Pero no lo va a hacer en solitario, aspira a «liderar» el proyecto para remontar la situación con la colaboración de otras fuerzas porque el tamaño del reto exige «una tarea colectiva».
El líder de la oposición, que se mostró conciliador a lo largo de su intervención, prometió un gobierno de «reformas y concordia», alejado de las confrontaciones. «A mí -avisó- no me van a encontrar buscando líos» porque el calado de la tarea que se avecina desaconseja perder el tiempo en «disputas y divisiones».