Ruiz-Mateos vende Nueva Rumasa
El empresario que se quedó con Marsans adquiere el grupo en una operación valorada en 1.500 millones Los actores de la transacción aseguran que la misma garantiza la continuidad de las actividades y de los puestos de trabajo
JEREZActualizado:La familia Ruiz-Mateos ha formalizado la venta de su grupo Nueva Rumasa, actualmente en concurso de acreedores, a Back in Business, sociedad de Ángel de Cabo, empresario que el pasado año se hizo a través de Posibilitum con Viajes Marsans. La operación se ha cerrado por el importe de deuda de 1.500 millones de euros que suman las empresas del grupo, aunque el importe final dependerá de «los posibles acuerdos con los acreedores».
Back in Business indicó en un comunicado que toma Nueva Rumasa con el fin de «analizar todas las líneas de negocio y tomar las medidas necesarias con el fin último de que las sociedades entren en valor y conseguir así la mayor satisfacción de sus acreedores». Por su parte, la familia Ruiz-Mateos mostró su satisfacción por haber alcanzado un acuerdo con una empresa «nacional y de una dilatada experiencia en este tipo de situaciones». «Ello supone una garantía de continuidad de la actividad y de los puestos de trabajo».
Así, la familia atribuyó su decisión de optar por la oferta de Ángel de Cabo, de «entre las numerosas recibidas en los últimos meses», «al profundo conocimiento que muestra del grupo y su probada solvencia económica y de gestión». «Nos garantiza la mejor alternativa posible para trabajadores, proveedores y clientes», añadió.
Auditoría
En virtud de la operación, Back in Business ha adquirido las sociedades matrices que sustentan la actividad de Nueva Rumasa, tras cinco meses de negociación y la realización de la correspondiente 'due diligence'. Durante esta auditoría a las firmas del grupo, la empresa compradora se ha centrado en «estudiar las distintas áreas de negocio del grupo y sus activos», para finalmente proceder en las últimas tres semanas a cerrar la «compleja operación» de compraventa.
La transacción se registra siete meses después de que el pasado 17 de febrero la familia Ruiz-Mateos reconociera la insolvencia de sus principales firmas y solicitara el concurso de acreedores para diez de sus sociedades a las que posteriormente se han sumado otras filiales, entre ellas las bodegas del Marco de Jerez.
Firmas
Así, entre las firmas de Nueva Rumasa actualmente en concurso figuran Clesa, Garvey, Hotasa, Dhul, Elgorriaga, Hibramer, Trapa, Carcesa (Apis y Fruco), Quesería Menorquina y el Rayo Vallecano.
No obstante, en el caso del club de fútbol no forma parte de la transacción dado que ya se vendió el pasado mes de mayo al empresario Raúl Martín Presa por su deuda de 40 millones de euros, mientras que Quesería Menorquina fue vendida por la administración concursal a directivos y trabajadores.
Back in Business, que ha nombrado a Iván Losada director general del grupo Nuevo Rumasa, contempla como «prioridades a corto plazo» para la compañía adquirida mantener un contacto «claro y transparente» con las administraciones concursales de las empresas, «evitar el desmembramiento del grupo y acordar convenios de acreedores sostenibles que consoliden en futuro de las distintas firmas».
En este sentido, los nuevos propietarios indicaron que «en las próximas semanas» seguirán profundizando en los distintos planes de viabilidad y estratégicos de cada área de actividad y empresa, «en colaboración con la administración concursal de cada sociedad».
Pagarés
En cuanto a los inversores titulares de los pagarés que emitió Nueva Rumasa, la firma asegura que la compra de la empresa «no altera las garantías que se les concedieron». Además, asegura que les facilitará los «medios adecuados para canalizar sus peticiones, que serán atendidas en todo momento, siempre en defensa de sus intereses».
A este respecto, el fundador de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, indica que uno de los motivos decisivos para inclinarse por esta opción ha sido «el compromiso de los nuevos propietarios de seguir con las obligaciones adquiridas por Nueva Rumasa con los inversores que mostraron su confianza en nosotros».
Asimismo, reitera que «mantiene su compromiso moral y firme para que todos los inversores de pagarés cobren». Como prueba de ello, asegura que se les respeta la cesión de los derechos de justiprecio de la antigua Rumasa , a la que ya se han adherido parte de los inversores.
Según se detalla en el documento enviado por Álvaro Ruiz-Mateos, hijo de José María Ruiz-Mateos, a alguna de las empresas en concurso de acreedores -antigua suspensión de pagos-, la familia se ha visto «obligada a vender» tras haber sido «apartada de la gestión de muchas de sus compañías, sin acceso a la información y privándole de toda capacidad de decisión».
Sindicatos
Evidentemente, las reacciones a la noticia no se hicieron ayer esperar. Así, por ejemplo, la alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, mostró su «respeto» a una operación llevada a cabo por una empresa privada, y deseó que afecte lo menos posible a los trabajadores.
Bastante más críticos fueron lo sindicatos. El secretario general de la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios de UGT Andalucía, Pedro Marcos, criticó la desinformación existente. Dijo «no saber nada» sobre esta venta: «Nos hemos encontrado con esto en la prensa y no sabemos cómo va a afectar y ni qué intención tiene la empresa».
No obstante, detalló que Nueva Rumasa cuenta en Andalucía con unos 740 trabajadores, la mayoría de ellos concentrados en las bodegas de Jerez -Garvey, Sandeman y Valdivia-, pero «asaltan muchas dudas». «No sabemos si las empresas que están en proceso concursal necesitan autorización del juzgado o no, si es una operación para el futuro o si se hará inmediatamente», subrayó.
Por su parte, el secretario general de la Federación Agroalimentaria de CC OO-A, Antonio Perianes, calificó de «sorprendente» la venta y dijo desconocer «hasta dónde llegar la operación» y si también se han vendido las marcas.
Perianes señaló ayer que es «sorprendente» porque «una gran parte de la empresa no está en manos de quien está vendiendo», ya que hay un proceso concursal abierto. Asimismo, apuntó que el «gran problema» de estos procesos concursales se basa en que «la familia Ruiz-Mateos mantenía todas las marcas en paraísos fiscales».
CCOO-A prevé que «estas marcas pasen seguramente a ser propiedad del nuevo grupo», por lo que están a la espera de conocer «cuál va a ser el criterio» del nuevo propietario.