«Si ahora es necesario el 15M, más va a serlo después del 20N»
Caballero Bonald ensalza el papel de los 'indignados' como «la única esperanza» de la política en las 'Tertulias de La Pepa'
Actualizado:Hagamos uso de una pizca de la fórmula que tanto enerva a los estudiosos de la Historia, ¿Qué hubiese pasado si los diputados de Las Cortes de Cádiz se hubieran topado en su existencia política con un movimiento como el 15M? Por divagar, se podría pensar de todo. Puestos a revisar, quizás La Pepa se hubiera hecho revolucionaria o quizás el tinte moderado de los liberales lo hubiera echado al traste. Nunca se sabrá. Lo que si es más interpretable es el presente y futuro de este movimiento tan revolucionario como heterogéneo a día de hoy. O mejor dicho, de ayer y en boca del célebre escritor jerezano José Manuel Caballero Bonald. El Museo de Cádiz se hizo testigo de su basta experiencia y sus ideas esperanzadoras con los 'indignados'.
Un apoyo sin fisuras a «la única esperanza» de la política española del que Bonald hizo gala en el transcurso de la segunda edición de 'Las Tertulias de La Pepa', unos encuentros de intelectuales organizados por el Consorcio del Bicentenario.
El 'leitmotiv' era rememorar el espíritu vivo y comprometido de las famosas tertulias a principios del XIX de Frasquita Larrea o Beatriz de Morla. Y el objetivo se cumplió con creces, gracias a Caballero Bonald. Durante más de una hora y ante decenas de gaditanos (entre los que se encontraban políticos socialistas como Luis Ben o Rafael Román) el escritor jerezano ensalzó la figura del escritor como «crítico del poder que está obligado a oponerse a cualquier abuso de las libertades que pulule por alrededor». Y para ello, en palabras del escritor (que estuvo precedido por la presentación del literato Juan José Téllez), «lo único que puede hacer el escritor para corregir las erratas de la vida es intervenir en la realidad».
Y sobre esa base Bonald, aplicó sus palabras previas realizando un esbozo del movimiento del 15M. «Un día un grupo de personas se manifiestan contra un cuerpo social defectuoso y con síntomas de enfermar gravemente», recordó el escritor en referencia «a una propuesta generalizada que nos ha devuelto la esperanza que pensábamos aletargada.».
«Un futuro incierto»
Ante la pregunta de Téllez de la posibilidad de que el movimiento se pierda o se desvirtúe, Bonald fue claro: «Si ahora es necesario el 15M más a va serlo después del 20N, que vaticina un futuro incierto». El escritor se mostró partidario de que el movimiento no se introduzca en los engranajes políticos «hasta que no se reforme el sistema actual».
En su discurso jalonado de preguntas de Téllez, el escritor jerezano expresó su visión ante una evidente «falta de intelectuales y el convencimiento de que la actitud crítica del intelectual ha pasado de moda». «La gran literatura está hecha por desobedientes» y en su propio inconformismo Bonald contestó también a las preguntas que les lanzaron los presentes. «Yo estoy indignado desde que nací. El sistema asambleario cuenta con muchas dificultades. Es arduo llegar a conclusiones en un sistema así, pero yo en una asamblea les diría que yo de viejo he aprendido mucho de estos jóvenes airados», contestó Bonald al ser interpelado sobre qué diría en una de las famosas reuniones del 15M. Palabras para el recuerdo a la lucha franquista, la Revolución Árabe o el impuesto a los ricos salieron a debate en un coloquio que culminó con una frase para recordar: «Creo en las utopías porque ya me quedan pocas cosas en las que creer».