Contener la euforia
Actualizado:Si tuviéramos mejor memoria y recordásemos que en la campaña electoral de 2008, cuando el espectro de la crisis ya se cernía amenazador sobre las cabezas de todos, los dos grandes partidos incluyeron en sus programas la creación de millones de puestos de trabajo -2 millones el PSOE; 2,2 el PP-, probablemente González Pons no hubiera cuantificado ayer esos tres millones y medio de empleos que su partido pretende crear en la legislatura que viene. La presentación de la campaña del candidato socialista, ayer, forzó al PP a hacerse presente por razones de estrategia electoral. Sin duda, es certero el análisis que vincula la creación de empleo al fomento de la tarea de los emprendedores, de los empresarios, y resulta por tanto plausible la propuesta de facilitar las condiciones en que puedan desenvolverse tales iniciativas. Sin embargo, también es evidente que la acción gubernamental dependerá mañana, como hoy, de la coyuntura, de innumerables factores externos e internos que no se pueden evaluar del todo. Así las cosas, y puesto que en esta dramática encrucijada hay cinco millones de parados, probablemente habrá que realizar las promesas electorales con la mayor prudencia, no vaya a ser que a la postre generemos una todavía mayor frustración.