Millonaria inyección de Obama contra el paro
El presidente de los Estados Unidos presenta hoy en el Congreso y el Senado su plan para reactivar la economía del país
WASHINGTONActualizado:El presidente de EE UU, Barack Obama, tiene previsto ofrecer mañana iniciativas para fomentar el empleo que suponen una inyección de más de 300.000 millones de dólares (unos 213.000 millones de euros) a la economía del país. El paquete es una suerte de segundo estímulo que sigue al de los casi 800.000 millones de dólares que puso en marcha al comienzo de su presidencia en 2009 y que según muchos economistas fue demasiado tímido.
Las ayudas, dirigidas a reactivar un mercado laboral que registra un desempleo del 9% desde hace dos años (y del 16% si se cuenta el subempleo), incluyen recortes de impuestos, gastos en infraestructuras y transferencias a los gobiernos locales.
Los detalles llegarán en el discurso en sesión especial ante las cámaras del Congreso que hará Obama el jueves por la noche. La esperada alocución permitirá a Obama, más impopular que nunca en las encuestas, a reenfocar un debate económico que hasta ahora ha estado liderado por la minoría republicana del Tea Party que apenas aboga por nada más que por el reequilibrio presupuestario pese a que a el paro sea la primera preocupación de los ciudadanos.
Aunque el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que habría otras iniciativas que no se han filtrado aún, los recortes de impuestos y en particular la ampliación de la suspensión de las contribuciones a la seguridad social (pensiones) por parte de los trabajadores y empresarios, son algunas medidas que permitirán al presidente gozar del apoyo de la oposición republicana. Los conservadores, que se han labrado la fama de ser el partido del no y deben aprobar estas iniciativas en el Congreso, favorecen la rebaja de los ingresos y las de los gastos.
Aplaudida por los progresistas
Aunque esta iniciativa en particular también es aplaudida por los más progresistas, los técnicos de la Casa Blanca y la propia Oficina Presupuestaria del Congreso (un órgano técnico y apolítico) consideran que su potencial de estímulo es menor a ayudas como el mantenimiento de los subsidios de desempleo o las inyecciones de dinero a los estados para que eviten despidos.
Carney anticipó ayer que el gasto de este estímulo será compensado para evitar profundizar en el déficit. Obama quiere subir los impuestos en los años siguientes, especialmente dejando vencer algunos de los recortes fiscales de George Bush. Estas subidas de impuestos, que le aseguran una airada respuesta republicana, será una de las medidas que el presidente presentará la semana que viene al panel del Congreso que estudia fórmulas para reducir el déficit. Obama propondrá además rebajas en gastos de pensiones y sanidad para reducir los números rojos del Estado.