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«Ya no hay nadie intocable en este país»
Jordi Évole ha vuelto con un ‘Salvados’ más transgresor. «A veces nuestra función es incomodar», avisa
Actualizado: GuardarDe repente, una voz se alzaba entre el público e interrumpía el programa: «Buenafuente, hola Buenafuente, soy yo, el follonero». Entonces, Jordi Évole (Barcelona, 1974) se levantaba de su asiento en las gradas y ponía en apuros con sus críticas al presentador catalán. Poco a poco este personaje fue ganándose el cariño de la audiencia y en 2008 comenzó un espacio en solitario en ‘prime time’. La Sexta ha renovado el contrato a ‘El Follonero’ otra temporada y ayer ratificó su confianza en Évole. En él, y en el resto de estrellas de la cadena. Como una gran familia, La Sexta presentó su programación para este nuevo curso con todos sus ‘pupilos’: Eva Hache, el Gran Wyoming, Patricia Conde... El consejero delegado de la cadena, José Miguel Contreras, aprovechó el acto para hablar de la posible fusión entre la Sexta y Antena 3. «Si este año es necesario para competir con Mediaset, el próximo será imprescindible», dijo. De momento, y tras el éxito del pasado domingo, parece que Jordi Évole y los suyos están ‘Salvados’, con fusión o sin ella.
– Su último viaje a Qatar no ha dejado indiferente a nadie. ¿Cómo lo vivió?
– Fue un rodaje muy duro en el que sufrimos varias adversidades. En primer lugar, el clima del país en agosto. Unos 50 grados de día y 40 de noche. Además, la gente no hablaba con libertad. Cada día teníamos la sensación de que empezábamos perdiendo por 3-0, pero luego, al final, siempre remontábamos.
– Y esta semana, ¿qué trae el Follonero?
– Este domingo cae en 11-S, hace ya 10 años de los atentados de las Torres Gemelas. Queremos ver cómo son las relaciones entre el mundo musulmán y el occidental. Ha habido momentos muy tensos (guerras de Irak, Afganistán…) y transmitiremos cómo ha afectado a España todo esto, qué relación tenemos con ese mundo. Hablamos con Pilar Rahola, que ha escrito ‘La República Islámica de España’, una dura crítica contra el radicalismo musulmán. Visitamos la mezquita de Lleida, donde al parecer hay un imán con un mensaje muy fundamentalista, y hablamos con un español de origen marroquí al que durante la guerra de Afganistán apresaron y pasó tres años en Guantánamo, una experiencia muy dura.
– Un tema arriesgado. ¿No pasa miedo en ocasiones?
– A veces, en la sala de edición me doy cuenta de que he estado en el límite, pero en directo no siento miedo. Prefiero no pensar en ello. Quizás en Arizona hubo un tío durante las entrevistas que estuvo muy tenso, o en Barcelona durante un acto de taurinos y anti taurinos. Pero no me planteo que pueda pasarme algo.
– Al menos será consciente de que no despierta la simpatía de mucha gente...
– Alguna enemistad sí que nos ha costado nuestro programa. Pero también nos paran por la calle para darnos las gracias por permitir que las personas se expresen libremente. Pero bueno, creo que para el periodista es mejor no tener amigos, porque a un amigo no quieres incomodarle y somos profesionales. Nuestra función, a veces, es incomodar.
El abrazo de Losantos
– A Falange Española, desde luego, consiguieron incomodarla.
– La Falange se molestó porque fuimos al Valle de los Caídos, pero... también ellos hacen cosas que a mí me molestan y no pasa nada. No se lo tomaron muy bien, pero por suerte no han vuelto a hablar sobre el tema. Además, tampoco hicimos algo malo, solo mostramos la realidad con un barniz de humor que todo el mundo pilla. Aún así, en ‘Salvados’ todo el que quiera puede expresarse con la tranquilidad de que no vamos a editar sus respuestas, sino a mostrarlas tal cual. Es beneficioso para ellos.
– Federico Jiménez Losantos entendió su filosofía y, si no me equivoco, la relación terminó en amistad.
– (Risas) Hace tiempo que no me llama Federico. Estoy muy triste por ello. Lo nuestro fue más un fogonazo de una noche, sexo sin amor… En el fondo creo que no le caigo muy bien. A pesar de que la última vez que nos vimos acabamos abrazados.
– ¿Hay alguien intocable para usted?
– No, ya no. Durante mucho tiempo hubo gente intocable, pero las cosas ya han cambiado. Espero que la gente no sea tan tonta como para votar de nuevo a las mismas personas que fueron intocables en el pasado. Actualmente hay libertad de expresión, podemos criticar libremente y aprovechar este derecho.