Pedro Ximénez cautiva al papa
El caldo jerezano formó parte de los menús del Santo Padre los días 18 y 20 de agosto durante la Jornada Mundial de la Juventud; San Emilio de Lustau acompañó los postres de Benedicto XVI en Madrid
JEREZ.Actualizado:A buen seguro que el papa se llevó un dulce recuerdo de su reciente viaje evangélico a España con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebró en Madrid el pasado mes de agosto. Y es que, además del sobresaliente éxito y de las innumerables muestras de cariño que recibió, Benedicto XVI portó consigo el dulce recuerdo del Pedro Ximénez San Emilio, perteneciente a la jerezana bodega Lustau.
Durante los días que el Santo Padre permaneció en la capital del país tuvo ocasión de conocer las delicias de la gastronomía y, cómo no, de los vinos españoles. De entre éstos, ha sido uno de Lustau el elegido para acompañar los postres. Así, el jueves 18 de agosto fue el Pedro Ximénez San Emilio el encargado de acompañar el sorbete de mandarina y cítricos que cerró el almuerzo, mientras que el sábado 20 fueron este mismo vino y un queso de Burgos con dulce de membrillo los que concluyeron el ágape.
La ciudad en la JMJ
Jerez ha estado, por lo tanto, muy presente en las III Jornadas Mundiales de la Juventud celebradas por todo lo alto en la capital española. Junto a los numerosos peregrinos que han viajado desde nuestra tierra y al hermoso paso de La Verónica que formó parte del Vía Crucis el viernes 19 de agosto, el vino Pedro Ximénez San Emilio colaboró a poner la nota dulce a unas jornadas que serán recordadas por la acogida brindada a Benedicto XVI y por la imborrable huella que su visita ha dejado, tanto en los millones de peregrinos que estuvieron junto a él en Madrid como en los que le siguieron desde sus casas.