Dinamismo cofradiero

No es costumbre que la costumbre deje de ser costumbre. Lo dejó escrito Camilo José Cela en uno de sus célebres artículos compilados en la obra 'El color de la mañana'. O así lo dicta el viejo refranero: Por fuerza o por agrado, hay que pasar por lo acostumbrado. Los cofrades practican la sana usanza de engarzar -sin tiempos muertos de por medio- fin e inicio de curso. Quiere decirse cuanto hemos insistido por activa y por pasiva de unos meses a esta parte: que de descanso estival, nada de nada. Otra lluvia de imágenes así ha de evidenciarlo a lo largo y ancho de la presente sección periodística. La Hermandad de la Candelaria -tan referencial a propósito de la JMJ- se encuentra inmersa en la oficial clausura de la temporada -de la mano, además, de dos acontecimientos de inminente convocatoria: el Cabildo General de Cierre de Curso y el Extraordinario de Elecciones-. No ha cesado sin embargo la vida interna de la hermandad mientras tanto. Hacemos alusión -felicitándolos al paralelo- a los componentes del así denominado G-8, entusiasta grupo de costaleros de esta corporación del Lunes Santo que no cesan de servir con ejemplaridad a la causa. Otra noticia que no nos sorprende pero igualmente nos agrada: la elección del Coro San Pedro Nolasco para ilustrar musicalmente el próximo Triduo de la Virgen del Valle. Y dos últimas fotografías correspondientes a la convivencia de cierre de curso de la Hermandad de las Angustias.