Londres investigará la relación de sus espías con Gadafi
LONDRES.Actualizado:El primer ministro británico, David Cameron, confirmó ayer que una investigación independiente analizará las últimas acusaciones surgidas en Libia sobre la complicidad de las agencias de inteligencia de Reino Unido en casos de tortura y traslado ilegal de sospechosos islamistas a terceros países en los años inmediatos a la masacre en el World Trade Center de Nueva York. «Debemos eliminar cualquier mancha en la reputación de los servicios secretos», señaló en los Comunes el jefe del Gobierno.
Documentos confidenciales descubiertos en Trípoli el fin de semana apuntan a la participación de agentes del MI6, el servicio secreto exterior británico, en la detención y repatriación indebida a Libia de Abdul Hakim Belhaq, actual jefe de las milicias que luchan contra las fuerzas de Muamar Gadafi. «Lo que me hicieron fue ilegal y me merezco una disculpa», dijo ayer la víctima, quien, según informó a la BBC, fue torturada con la connivencia de los británicos y recluida en una cárcel de Libia durante seis años.
La denuncia de Belhaq no es un caso aislado. Expresos de Guantánamo acusan desde hace tiempo a los servicios secretos británicos de complicidad en interrogatorios con métodos de tortura y de cooperar en los vuelos ilegales de la CIA. Cameron intenta resolver los pleitos pendientes con promesas de indemnización y con una investigación independiente puesta en marcha en julio de 2010.
«Es una acusación muy seria y es correcto que se investigue», dijo ayer en el Parlamento el exministro laborista Jack Straw. Titular del Ministerio de Exteriores entre 2001 y 2006, con responsabilidad sobre el MI6, Straw aseguró a la BBC que no recordaba haber intervenido en la operación contra Belhaq pero también señaló que los políticos no siempre están al corriente de todas las acciones de los agentes secretos. A su vez, Cameron advirtió de la «importancia de no alcanzar conclusiones apresuradas» y recordó que los servicios de inteligencia cerraron el cerco sobre sospechosos islamistas para proteger a Reino Unido del terrorismo de Al-Qaida.