La UE exige reformas a España para apuntalar el crecimiento

El batacazo de ayer en las bolsas desencadenó una catarata de reacciones en Europa. Los mensajes centrales fueron que la UE no volverá a caer en recesión y que el segundo rescate griego debe aplicarse de inmediato. Al margen de los llamamientos generales, también hubo espacio para los toques de atención individuales. España no se libró de un nuevo sermón comunitario. Bruselas recordó al Gobierno que la reducción del déficit es esencial, pero que para crecer con fuerza hay que llevar a cabo «reformas» que ayuden a generar empleo.

España había recibido en las últimas semanas varias palmaditas en la espalda por su reforma constitucional para consagrar la austeridad. Tras destacar la determinación de Gobierno y oposición, la UE llegó a sugerir al resto de países que siguieran el ejemplo español. Ayer la melodía cambió. El portavoz del comisario de Economía, el finlandés Olli Rehn, subrayó que el combate contra el déficit «no solucionará por sí solo los desafíos de España». «Los ajustes deben ir acompañados necesariamente de reformas para impulsar el crecimiento y el empleo», agregó.

El portavoz de Rehn eludió detallar los retos más urgentes para el Gobierno español, pero recordó que todos los socios deben impulsar la competitividad y la productividad. El propio comisario, que la semana pasada acudió al Parlamento Europeo para analizar la situación económica, insistió en su comparecencia en una serie de «elementos clave» para que los Veintisiete despeguen definitivamente. A su juicio, los impuestos tienen que «favorecer la creación de empleo», deben reformarse los mercados laborales y hay que invertir en «conocimiento e innovación».

Pese a su apuesta por la austeridad, el portavoz de Rehn apuntó que todos los países cuentan aún con un margen para estimular el crecimiento.