DOS PUNTOS Y UNA DERROTA

Quedan ocho minutos y cuarenta segundos. España le gana a Turquía 57-49 en su último partido de la primera fase en el Eurobasket 2011. Felipe Reyes acaba de anotar los dos primeros puntos del cuarto y nadie puede imaginarse lo que va a ocurrir en el tiempo de juego que resta hasta que los árbitros señalen el final del encuentro. Serán dos puntos para la historia, la del peor último cuarto de nuestra selección.

Un triple de Llull, un tiro de Felipe Reyes, otro de Navarro, nuevamente Felipe, nuevamente Navarro. Lo intenta Calderón desde más allá del 6.75 m., Reyes se lleva un tapón, Rudy comete una falta en ataque y a Ibaka le pitan una antideportiva antes de intentar romper la mala racha. No hay manera. Debe llegar el triple de Navarro. Y falla. El gancho de Marc. Y falla. Nos queda Ricky Rubio. Y falla. Dos tiros libres de Rudy. Y falla. Marc Gasol, Navarro y Llull vuelven a intentarlo en los últimos treinta segundos, pero nada. Es el sino del partido, que lleva a Turkoglu a sentenciar el choque después de 39 minutos de estropicios y sinsentidos ofensivos en perjuicio de su equipo. Dieciséis acciones acordándose de Pau Gasol, que no juega aquejado de un leve esguince de tobillo, y de Scariolo, que observa impertérrito lo que sucede sobre la cancha de la misma manera que usted y yo desde nuestros sofás, pero con mayor conocimiento (se exige) y capacidad de mando (se supone).

El resultado es una derrota que empaña la exhibición del fin de semana ante Lituania, pero que tampoco debe provocar que los árboles nos impidan ver el bosque. España sigue teniendo el mejor equipo del campeonato, con o sin Pau Gasol. Ahora toca recuperarse física y mentalmente de los partidos. Ni euforias ni dramas. Yo lo tengo claro. Se metieron 62 puntos al descanso el domingo y 57 en todo el partido ayer. Tras el Yin y el Yang, hay que encontrar el Mesotés. Mañana, ante Alemania, más y mejor (eso seguro). Queda un día menos para el oro.