Glúteos y muslos. Esta prenda reduce el exceso de muslo y moldea el trasero sin aplanarlo.
Sociedad

La faja ya no huele a naftalina

Célebres cantantes y actrices se confiesan devotas de la prenda, ahora más cómoda y sin costuras para moldear la silueta

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Levanta el pompis, los senos y aplana vientre y abdomen. Tres en uno para conseguir una figura estilizada. Y lo mejor, sin pasar por el bisturí ni machacarse en el gimnasio ni restregarse la piel con pringosas cremas. Nada de eso. Y a un precio muy asequible, a partir de 35 eurines... No se trata de un anuncio publicitario, y mucho menos engañoso. Hablamos, sencillamente, de la faja, una prenda tan antigua como odiada que, curiosamente y a pesar de parecer antisexy, han resucitado las grandes estrellas de Hollywood, esas que a primera vista lucen cuerpazos de vértigo. Por lo visto, nadie es perfecto y cualquier truco vale para disimular las imperfecciones de la naturaleza (o la mala vida) que reprueba la estética imperante. Lo novedoso del asunto reside en que las famosas no ocultan su devoción a un artículo que ha sabido mantenerse en las cómodas de las casas durante siglos (dicen que ya se usaba cientos de años antes del inicio de la era cristiana) y que durante años ha sujetado las barrigas de nuestras abuelas y bisabuelas. La faja ha conseguido amoldarse a los tiempos y, cosa nada baladí, se ha desprendido de sus incómodas varillas y costuras.

Reconocidas clientas de la faja son Beyoncé, Jessica Alba, Gwyneth Paltrow, Julia Roberts, Jennifer Aniston o Cate Blanchett, y entre quienes no lo confiesan se cuelan Eva Longoria, que se olvidó de mantener las piernas juntitas al salir de un vehículo, Penélope Cruz, Katie Holmes e incluso Madonna. Algún estilista llegó a comentar que Pippa Middleton echó mano de esta prenda en la boda de su hermana Catalina, duquesa de Cambridge, para moldear su culete, más plano y caído cuando viste vaqueros, y que tan bien resaltaba su vestido blanco. Las celebridades han publicitado la marca 'spanx', que incorpora las nuevas tecnologías en confección, textura y colores para modelar la figura y reducirla en, al menos, una talla. La famosa marca se presentó en primavera en España y solo se vende en algunos grandes almacenes. Pero no es la única. El éxito hollywoodiense ha puesto las pilas a otras firmas de corsetería, que en este mes de septiembre ya han llenado los comercios con sugerentes modelitos. «Mira todo lo que ha llegado, diversidad de diseños, colores, tejidos, es el 'boom' del otoño», comenta una dependienta de una tienda de lencería. Y la verdad, han ganado en seducción al incorporar formas que imitan el encaje, efectos tornasolados, tejidos suaves y cómodos que no asfixian y una total ausencia de costuras. Faja-braga-culotte de media pierna, pierna larga, medio cuerpo y cuerpo entero con sujetador incluido, en este caso con corchetes en la entrepierna para facilitar las necesidades más perentorias.

Desde Manufacturas Teleno, empresa textil leonesa que lleva más de cuarenta años fabricando ropa interior femenina, muestran su sorpresa por esta inaudita eclosión fajeril. «La faja se ha llevado toda la vida. No todo va a depender del bisturí. El tiempo cambia de sitio las carnes y esa prenda puede elevar el trasero, ajustar el muslo, disimular los michelines y no tiene por qué ser antisexy. Nosotros las hemos fabricado toda la vida», aseguran.

Sucesoras de esos incómodos corsés victorianos en los que se embutían las damas decimonónicas para atraer a los galanes con sus cinturas de avispa y seductoras pecheras, las fajas se renuevan, modernizan y ahora, aupadas por las celebridades, hasta se democratizan. Y no se lo pierdan, también existen camisetas y canzoncillos-faja para hombres.