Otro invierno mirando al cielo
Tras las inundaciones de los últimos años, las primeras lluvias de la temporada siembran de nuevo el miedo entre los vecinos del extrarradio La inversión en distintas obras en las zonas bajas de la localidad supera los 20 millones de euros
Actualizado: GuardarLlueve, y muchos miran al cielo con temor. Sobre todo aquellos vecinos del diseminado y extrarradio chiclanero, cuyas viviendas se asientan en muchas ocasiones sobre zonas inundables (lagunas o cauces de arroyos), y, para colmo, carecen de red de alcantarillado y pluviales.
El problema de las inundaciones en Chiclana se ha vuelto endémico en los últimos años. Cada época de lluvias, vecinos como Maribel Gómez se temen lo peor. Y es que la vivienda de esta sevillana afincada en Chiclana desde hace tres décadas fue una de las que más sufrió en el año 2010, cuando varias trombas de agua descargaron en el municipio más de 80 litros por metros cuadrado.
Pero en su caso no fue el agua caída la que inundó el porche, el garaje, el trastero y el jardín de su unifamiliar cercana a Los Gallos. A ella la condenó la escorrentía natural que provocaba un auténtico riachuelo de agua, procedente de la zona de El Pleito, Rana Verde y Las Lagunas.
La peculiar distribución de urbanizaciones y residenciales en muchos puntos de la ciudad ha hecho que en los últimos años el diseminado local se convierta en una auténtica trampa cada vez que llueve con fuerza.
Pago del Humo, Marquesado o Pago Melilla son algunas de las zonas más afectadas. El arroyo Ahogaratones y El Carrajolilla se desbordó en varias ocasiones, y los residentes en el entorno tuvieron hace apenas unos meses que hacer frentes a riadas de agua en sus calles y a socavones de varios metros de anchura.
El Ayuntamiento de la ciudad, de la mano de su empresa pública Chiclana Natural, ha realizado en los últimos meses varias obras en zonas bajas para crear o potenciar las redes de saneamiento.
La mejora de las canalizaciones ha tenido un presupuesto global de casi 20 millones de euros, y algunas de las actuaciones más destacadas, por necesarias, han sido las de Urbisur, El Torno, Las Bolas, San Carlos y Avenida del Mueble, donde se emplearon casi 460.00 euros; La Coquina (600.000 euros), Rana Verde y Los Gallos, (más de 15 millones de euros en total). También se ha actuado en zonas como la calle Humildad y Paciencia, con una inversión de 71.815 euros o la zona de El Pilar-Camping La Barrosa, donde se ejecutan las obras de impulsión de aguas.
Habrá que ver si este invierno los residentes en esas zonas pueden respirar tranquilos. En los últimos años los sustos han sido muchos. El más grave tuvo lugar en marzo de 2010, cuando el río Iro alcanzó una altura en su cauce de récord y se desbordó de manera puntual a su llegada al casco urbano.
Presa
Los momentos de tensión y los recuerdos de la riada que en 1965 arrasó la localidad hicieron que los colectivos vecinales exigieran medidas concretas para luchar contra las posibles inundaciones.
La mayor de esas actuaciones está, sin embargo, por llegar. Aunque el anuncio de la Agencia Andaluza del Agua tiene ya varios meses, lo cierto es que con la coyuntura económica actual se desconoce si finalmente habrá fondos para construir la denominada presa contra avenidas.
Esta infraestructura para evitar la crecida del Iro que laminará la llegada de agua de las zonas altas desde Medina Sidonia, tiene un coste superior a los 6 millones de euros.
El Consejero de Medio Ambiente, Federico Díaz Trillo, ya ha expresado el «compromiso» de la administración andaluza con esta obra. La tramitación ambiental y la exposición pública han sido los dos últimos pasos realizados por Medio Ambiente.