Maratón, aquel paraíso
Actualizado:No me han gustado las declaraciones de Rafa Iglesias al finalizar el maratón. "Estamos entre los 30 primeros, tan malos no somos". Decía también que confirmaban que no habían ido de turismo. Y como remate, "hemos hecho un papel digno". Pues voy a demostrar mi desacuerdo. Aunque me falte algún dato personal de estos días, estar en los puestos 25, 26 y 30 no es como para sonreir. Lo escribo con respeto. A los tres atletas les considero con más nivel atlético y pienso que se han descolgado tan pronto del grupo de cabeza (y no marchaba fuerte de ritmos) que me han entrado las dudas y he pensado en otros tiempos.
Es cierto que actualmente el nivel de marcas en el maratón es apabullante. Que la tiranía de corredores africanos, especialmente de Kenia, es brutal. Hace 15 años conseguir un tiempo de 2h.08 era una garantía para cobrar fijos de salida y que tuvieras contratos con firmas deportivas. Hoy en día, con un 2h.08 casi casi tienes que pagarte el viaje si deseas competir en un gran maratón. No digo nada si sólo bordeas el 2h.10.
En el historial de campeones, figuran los añorados Martín Fiz y Abel Antón, el soriano con doblete. Reconozco que son otros tiempos pero con toda la educación del mundo, la actuación de hoy ha sido muy floja. El nivel del maratón español dice mucho cuando sólo han sido seleccionados tres atletas (podían ser cinco por la Copa del Mundo por países). La crisis general de este deporte también ha llegado a una disciplina tan golosa por sus dólares. Esa rica miel en forma de cheque ha atraído a centenares de corredores de África y parece que ha provocado la desbandada de europeos y españoles.
Por el momento parece lejana la escena de un nuevo Fiz o Antón peleando en los kilómetros finales de un Mundial como ocurrió en la edición de 1995 en Gotemburgo. O el carrerón casi nocturno en la cita mundialista de Sevilla 1999. Lo escribí al comienzo del Mundial, cambiemos nuestra percepción de lo que es un éxito en este tipo de citas. Ser finalista hay que valorarlo... y no sé como calificar si alguien logra una medalla o un cuarto puesto: divino. Si repasamos el medallero por países, se aprecia que muchas potencias en deporte están muy abajo en la lista. ¿Será un consuelo?.