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Turquía congela su relación con Israel

Ankara expulsa al embajador hebreo después de que el informe de la ONU tilde de «excesivo» el asalto a la Flotilla de la Libertad

EL CAIRO. Actualizado: Guardar
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Más de un año después, el sangriento incidente de la Flotilla de la Libertad sigue sacudiendo el 'statu quo' de Oriente Próximo. Ayer, Turquía decidió expulsar al embajador israelí en Ankara y suspender los acuerdos militares con el Estado hebreo al conocerse los resultados del informe de la ONU sobre el ataque al Mavi Marmara en mayo de 2010, en el que murieron nueve activistas turcos que intentaban romper el bloqueo a Gaza.

Turquía ya había amenazado con tomar medidas drásticas en cuanto el informe saliera a la luz si Israel no se disculpaba por el incidente, algo que, por ahora, rechaza hacer. Naciones Unidas aún no ha presentado oficialmente el documento, pero su contenido ha podido conocerse a través de una copia filtrada al diario 'The New York Times'. El informe elaborado por la Comisión Palmer no da la razón al completo a ninguna de las dos partes. Aunque defiende el derecho de Israel a someter a un bloqueo marítimo la Franja de Gaza para mantener su seguridad, también sostiene que el Ejército israelí aplicó una fuerza «excesiva» en el ataque a la flotilla.

«Ha llegado el momento de que Israel pague por su postura, que considera que está por encima de la legislación internacional y que desprecia la conciencia humana», dijo ayer el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu. Las relaciones entre Ankara y Tel Aviv, que habían sido unas de las más sólidas de Oriente Medio, se han tensado en los dos últimos años, y el incidente del Mavi Mármara ha supuesto un punto de inflexión definitivo.

Esta disputa llevó ayer a Turquía a reducir las relaciones diplomáticas a la mínima expresión. La representación turca en Israel pasa del nivel de encargado de negocios (el embajador fue retirado justo después del ataque a la flotilla) al de segundo secretario. Además, el embajador hebreo, Gabby Levy, que se encontraba en Israel, ha cancelado sus planes para regresar a Ankara.

La cooperación militar ya había sufrido un duro golpe el año pasado, cuando se suspendieron las operaciones conjuntas y se prohibió a los aviones israelíes sobrevolar el espacio aéreo turco. Ayer, Turquía dio un paso más y congeló todos los acuerdos militares entre los dos países.

Del informe de la ONU, Ankara considera especialmente intolerable la conclusión de que Israel actúa de acuerdo con el derecho internacional haciendo valer el bloqueo naval que ha impuesto sobre Gaza e interceptando todos los barcos que intenten romperlo, aunque sea en aguas internacionales. Turquía ya ha anunciado que piensa llevar el bloqueo a la Corte Penal Internacional y que va tomar medidas para «garantizar la libertad de navegación en el Mediterráneo oriental», sin dar más detalles, una sucinta amenaza que podría significar el despliegue de su Marina en la zona.

Israel no piensa reaccionar hasta que el informe sea presentado por la ONU. Pero ayer, fuentes de la oficina del primer ministro israelí aseguraron que no habrá disculpas «por actos de autodefensa de los soldados». Efectivamente, el informe asegura que los militares israelíes se encontraron en el Mavi Marmara con «una resistencia organizada y violenta por parte de un grupo de pasajeros». Pero también califica la respuesta de los soldados de «excesiva y desproporcionada».