Carlos Fuentes: «Escribir sigue siendo un gran misterio»
El mexicano presenta sus dos últimas obras, un ensayo sobre literatura y un libro de ocho cuentos
BARCELONAActualizado:Es uno de los grandes de la literatura latinoamericana. El currículum de Carlos Fuentes (Panamá, 1928) acumula una nómina impresionante de premios, desde el Cervantes, el Príncipe de Asturias o el renacido Formentor. A su 83 años, el novelista, ensayista y dramaturgo mexicano acaba de publicar dos libros: 'Carolina Grau', compuesto por ocho relatos cortos, en los que explora el encierro en el que viven millones de seres humanos, y 'La gran novela latinoamericana', un mapa de la narrativa hispanoamericana desde la época colonial hasta la actualidad.
De visita en Barcelona, donde este viernes presentó sus dos últimas creaciones (ambas publicadas por Alfaguara), habla de literatura, de nuevas tecnologías, del drama que vive su país con la violencia y el narcotráfico, de la globalización, de la vieja Europa y de trasformar el sistema de trabajo. Pero huye de un tema: "En España, de política española, no hablo", responde cuando se le pregunta por el movimiento 15-M. Fuentes deja claro, que además de escritor, es diplomático. Ataviado con unas deportivas juveniles, este octogenario escritor no para de crear y de recibir premios. Es un escritor comprometido aunque cree que ya no es inevitable que el intelectual latinoamericano hable siempre de política. "En un tiempo lo fue, ya no", señala. "Neruda dijo que todos estamos encargados de dar voz a los que no la tienen, pero eso fue hace 60 años. Ahora muchos latinoamericanos han recuperado la voz", añade. "Intervengo en política no por la obligación que decía Neruda, sino por convicciones personales", remata.
Hecha la aclaración, pasa a hablar de su última obra, 'Carolina Grau'. "Es una novela de prisión y venganza", asegura. "El carcelero tiene su carcelero y éste al suyo y así al infinito. Tú y yo somos los eslabones finales de una larga cadena de sumisiones. Así está ordenado el mundo, mi joven amigo. ¿Hay otra salida?", dice el protagonista de uno de los cuentos. Con el libro, regresa a la narrativa breve de la mano de ocho relatos que transitan el mundo de los sueños, de lo real y fantástico y que exploran el encierro en el que viven muchos seres humanos, sin posibilidad aparente de encontrar una salida al exterior. "Estamos encerrados en nuestro propio cuerpo al fin y al cabo", expresa. "Estamos encerrados en nuestra condición, en nuestra ciudad, en nuestra política, en nuestra nación, estamos encerrados en el mundo", remata.
La idea del encierro y la prisión le sirve a Fuentes para arrancar el libro con una revisión del 'Conde de Montecristo', en la que Dantés queda recluido para siempre y el abate Faria es el que disfruta de la libertad y el que recupera el tesoro. Y le permite además para hacer un paralelismo con la delicada situación de su país, México, enfangado en una guerra contra los cárteles de la droga, que se cobra miles de muertos todos los años.
"México está encerrado, nuestro sistema democrático está en crisis por el surgimiento del crimen en la zonas fronterizas", señala. "Hay que acabar con el imperio de la droga, pero Felipe Calderón no lo conseguirá", exclama. Para ello propone dos soluciones aparentemente contradictorias: ir poco a poco en la despenalización paulatina de la droga o contratar a las policías de Israel, Francia y la ex Alemania del Este para que actúen de forma radical y violenta contra los narcos. De forma global, se muestra pesimista con la situación internacional: "Si vemos el rostro del mundo, hay un descontento generalizado y pocas ofertas de tipo ideológico y político", apunta.
Un ensayo personal
Además, 42 años después de haber publicado 'La nueva novela hispanoamericana', Fuentes lanza 'La gran novela latinoamericana', un ensayo personal, sin pretensiones académicas ni enciclopédicas, sobre la literatura del continente. Una obra muy ambiciosa que se convierte en crítica literaria y reflexión sobre el pasado, el presente y el futuro de la narrativa escrita en español. Aunque arranca en los orígenes de América, con el que para él es el primer novelista latinoamericano, Bernal Díaz del Castillo, cronista de la conquista del imperio azteca, Fuentes dedica especial atención a los grandes novelistas del siglo XX y realiza una crítica literaria de sus obras más emblemáticas. Es el caso, entre otros, de Juan Rulfo y 'Pedro Páramo' ("obra perfecta que se contempla a sí misma como un negro árbol desnudo del cual penden, sin embargo, dos frutos brillantes"); Jorge Luis Borges ("la ficción argentina es, en su conjunto, la más rica de Hispanoamérica", "'El Aleph' es el espacio donde todos los espacios coexisten"); Alejo Carpentier ("sus maravillosas novelas son fundadoras de nuestro presente narrativo"); Juan Carlos Onetti; Julio Cortázar y por supuesto Gabriel García Márquez. Fuentes califica 'Cien años de soledad' como "el Quijote de la literatura hispanoamericana". "Es una auténtica revisión de la utopía, la ética y el mito latinoamericanos", señala en el libro.
Y si 'Carolina Grau' le sirve al autor mexicano para hablar de política, su último ensayo le acerca a su otra gran pasión: la literatura. "Cada uno escribe a su manera", afirma para descartar que pueda formularse una receta universal para ser un buen narrador. "La creación tiene un gran misterio", sentencia. Dice que a veces empieza a escribir de noche, pero cuando se cansa o le entra el sueño, lo deja y se duerme. Sin embargo, al día siguiente, cuando reanuda la escritura, lo que escribe es totalmente distinto de lo que hizo la noche anterior. "Ha jugado el sueño, el subconsciente... ahí está la gloria del creador, por las sorpresas que te llevas", afirma. "Nunca hubiera imaginado crear este u otro personajes, simplemente lo creé, lo soñé, lo intuí y ahí hay un gran misterio", remata. Fuentes asegura que no es de leer en libros electrónicos y que con Internet se leerá y se editará menos, pero por lo menos "sirve para derribar tiranos". "Yo sigo siendo muy de papel. Me gusta oler la tinta y el papel", concluye.