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«Nadie estaba al frente del timón»
Reclaman que se tenga en cuenta la versión de las personas que viajaban a bordo para esclarecer las causas del accidenteUnos pasajeros insisten en que el patrón iba «dormido y desplazado» de los mandos
CÁDIZ. Actualizado: GuardarLa investigación para esclarecer las causas que llevaron al Vaporcito a topar contra la Punta del Sato en la bocana del puerto sigue su curso mientras que cada vez son más los pasajeros que quieren hacer pública su versión para que se averigüen los verdaderos motivos del hundimiento. Ruth Sanjurjo y su marido iban a bordo del barco en la tarde del pasado martes y reclaman que se tenga en cuenta su relato de los hechos, ya que, aseguran, ninguna autoridad les ha reclamado para prestar declaraciones.
Así, estos testigos mantienen la versión de que el patrón de la emblemática embarcación, Juan Antonio Vélez, «se quedó dormido» y que llegaron a pensar que el barco era automático «porque nadie estaba al frente del timón». Esta pareja viajaba en la cubierta superior junto a su hijo de dos años, cerca de la cabina de mandos. Relata que desde antes de entrar en el puerto gaditano les llamó la atención la postura del timonel: «iba sentado en un banquete alto, con el pie izquierdo sobre el timón y la cabeza gacha». Era la primera vez que subían a bordo del Vapor, por lo que añaden en tono irónico que «llegamos a pensar que era todo un experto, porque era capaz de llevar el timón dormido y con un pie, además no estaba al frente de los mandos, sino desplazado hacia un lado».
La testigo confirma como vio «que daba cabezadas» y que se despertó por un momento y «se limitó a dar pequeños golpecitos con la mano al timón para ir orientándolo». La pareja argumenta que minutos después bajó de la cubierta y que fue en ese momento cuando escucharon los primeros gritos de los pasajeros alertando de la proximidad del espigón. «Pensamos inmediatamente que se habría vuelto a quedar dormido». Además, aseguran que la trayectoria «se le fue al timonel mucho antes de entrar en el muelle, ya estaba dormido desde hacía un rato». Estos pasajeros acusan al patrón de ser «muy imprudente». Pero además, no solo lamentan este fallo humano, lo que le echan en cara es que «no reaccionara» después de recibir el golpe en la proa. Como la versión de otros tanto pasajeros, la de Ruth y su marido coinciden en que «no tenemos que agradecer la pericia del timonel, sino que finalmente nos hiciera caso y se acercara al muelle para evacuar porque su intención era aparentar normalidad y continuar la ruta, pero vimos como empezaba a entrar agua en el barco. Menos mal que se acercó al muelle, paró y pudimos salir del barco antes de que se hundiera».
Asimismo, esta mujer que ha denunciado el caso ante la Guardia Civil critica la postura de Juan Antonio Vélez a la hora de rehusar la ayuda de Salvamento Marítimo, por lo que tuvo que ser el pasaje quien diera la señal de alarma al servicio de emergencia 112. Además, aseveran que intentaron poner en funcionamiento las bombas de achique cuando vieron el agua entrar «pero no funcionaba, como tampoco funcionaba la radio y por eso cuando llegamos al muelle no había nadie para ayudarnos, solo un niño de no más de diez años, quien ató la cuerda de amarre. Tuvimos que improvisar nosotros todo».