Ladran, Sancho

Hace una semana estuvo Benedicto XVI en Madrid, y hubo varias manifestaciones de grupos 'laicos' que se opusieron a esta visita. Con las imágenes que salen en televisión de esas marchas, parece cada día más clara el talante poco tolerante y violento, antipapa, de quienes participaron en ellas. Insultos al papa y a la Policía, que también recibió alguna que otra muestra física de desprecio. Quienes así se comportaron me parecen un ejemplo de lo que no es una persona honesta, respetuosa y democrática, por mucho que aparezcan como guays. Nada más que por verlos y escucharlos me parece que muchas personas honradas, aunque no sean católicas, habrán pensado que es desproporcionado la que han montado, y se habrán puesto a favor de los asistentes a las JMJ. Todos los eventos pueden tener detractores y opositores, pero hay que hacerlo bien, sin insultos, sin violencia, con clase. Les ha dolido que el papa haya venido a España y nos haya dicho muchas cosas interesantes. Quizás, a estas alturas, no sepan qué es el papa ni a quién representa; por eso les podemos aplicar a priori el beneficio de la duda. En todo caso, como dijo don Quijote, «ladran, Sancho, luego cabalgamos».