Zapatero renuncia a un impuesto que grave las rentas de los más ricos
El candidato socialista defenderá esta iniciativa durante la campaña de las elecciones generales
MADRID.Actualizado:Los expertos ya han guardado definitivamente en el cajón sus cálculos y propuestas. Los más ricos españoles no tendrán que soportar un impuesto adicional sobre sus ganancias, decidido en lo que resta de legislatura, porque el Gobierno socialista se ha decantado por dejar esta iniciativa para que el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba la pueda desarrollar durante su campaña en las próximas elecciones generales.
El portavoz del Ejecutivo y ministro de Fomento, José Blanco, ya había anticipado esta idea como una «seña de identidad» del programa con el que Rubalcaba se presentará a los comicios. El mensaje de los populares es todavía confuso. Mientras el portavoz Esteban González Pons ha defendido una mayor contribución de los más pudientes, la secretaria general del partido, Dolores de Cospedal, asegura que el PP en modo alguno se plantea una subida fiscal. «Más impuestos igual a más paro», identifica.
El proyecto para elevar la contribución de los más ricos en la recta final de la actual legislatura estaba prácticamente cocinado en el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, porque había caminos tan simples como eliminar la exención del 100% vigente en el Impuesto sobre el Patrimonio, o la opción de elevar el tipo marginal en el Impuesto sobre las Rentas de las Personas Físicas para los tramos de ingresos más elevados.
Fórmulas de este tipo, que no exigían una ley sustantiva, han llegado hasta el Consejo de Ministros y fueron objeto de consultas con los grupos parlamentarios dispuestos a apoyar al Gobierno. El descarte se produjo, según distintas fuentes, ante el argumento de la «falta de oportunidad» de mezclar iniciativas de tanto calado como la reforma constitucional con unos cambios fiscales de escaso efecto recaudatorio.
Tampoco es la primera vez que se produce un descarte «de última hora». La presión para elevar la fiscalidad de las rentas del capital y, sobre todo, de las ganancias de las grandes fortunas, se ha reproducido año tras año, en vísperas de la elaboración de los Presupuestos del Estado, durante el último mandato socialista. Siempre ha prevalecido la tesis de que la recaudación potencial de estas medidas no iba a compensar los efectos de una más que previsible 'fuga de capitales'.
Socios europeos
La última palabra la ha tomado el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. «No está previsto» que haya cambios fiscales antes de la disolución de las Cortes el próximo 27 de septiembre, fue la escueta respuesta tras la reunión que mantuvo ayer con el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho.
Portugal, sin embargo, se acaba de enganchar a la idea. Siguiendo el ejemplo francés, el Gobierno luso subirá 2,5 puntos la tasa que se aplica sobre los contribuyentes que declaran más de 150.000 euros en el impuesto sobre la renta, una figura tributaria similar al IRPF español, en un tramo que ya soporta un gravamen del 46,5%.
Lo anunció el ministro de Finanzas del país vecino, Vitor Gaspar, en la presentación de la estrategia presupuestaria que se propone aplicar hasta 2014, con el objetivo de reducir el déficit al 0,5% del PIB en 2015. Por añadidura, las empresas que ganen más de 1,5 millones de euros al año sufrirán un recargo del 3% en el impuesto que grava los beneficios de las sociedades. En España, los cambios en la fiscalidad de las empresas se han limitado a un anticipo en la recaudación.
El nuevo impuesto sobre los ricos sigue en marcha en Francia, mientras el Gobierno italiano lo anunció a bombo y platillo, pero luego dio marcha atrás. Forzado por el Banco Central Europeo, el Ejecutivo de Berlusconi estableció un impuesto solidario, que iba a estar en vigor al menos durante dos años, con recargos del 5% para los ingresos superiores a los 90.000 euros anuales y del 10% para las rentas por encima de los 150.000 euros.
La iniciativa de 16 millonarios franceses que pidieron un impuesto a los ricos está haciendo escuela en Alemania, donde viven más de 90.000 personas que tienen ingresos anuales de más de cinco millones de euros y dos millones superan los 500.000 euros. Un grupo de acomodados ciudadanos germanos ha revivido ahora una iniciativa que nació en 2009 y dado a conocer un manifiesto donde pide que se introduzca un impuesto extra de un 5% durante dos años para todas las personas que ganen más de 500.000 euros.