Jerez

Los trabajadores de Urbanos Amarillos, desesperados

La plantilla cree que el PP puede haber iniciado gestiones en Madrid con otras empresas que podrían hacerse cargo del servicio

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Desesperados. Así se definen los trabajadores del transporte público de Jerez tras superar hoy el ecuador de la cuarta semana de huelga. No se imaginaban que el conflicto se iba a prolongar tanto tiempo y, de momento, no habrá novedades hasta la reunión convocada el viernes entre el Ayuntamiento y la dirección de Urbanos Amarillos. «Ya no es que suframos ansiedad o vayamos a caer en una depresión, es que a cualquier compañero le va a dar un infarto», aseguró el portavoz del comité de empresa, Ángel Morales.

Entre la plantilla hay situaciones límite que se han vuelto insostenibles con el paso de los días. «La situación es desastrosa pero, no solo para nosotros, sino para los comerciantes, para la gente que necesita el autobús para ir a trabajar y para toda la ciudad», continuó. Durante la mañana de ayer volvió a repetirse la manifestación que dos veces por semana protagonizan los trabajadores. Esta vez, el delegado de Personal, Javier Durá, salió a las puertas del Ayuntamiento para hablar con ellos. El responsable municipal estuvo acompañado por agentes de la Policía Local por lo delicado de la situación pero no hizo falta su intervención.

Las últimas noticias que maneja el comité es que los dirigentes municipales podrían haberse reunido este pasado viernes en Madrid con empresas dispuestas a hacerse cargo del servicio. Desde el Ayuntamiento no se han pronunciado al respecto y los trabajadores ni siquiera tienen la confirmación de que esos encuentros se hayan producido finalmente o qué resultados han dado.

Mientras tanto, la plantilla sigue posponiendo la decisión de encerrarse o acampar a las puertas del Consistorio jerezano porque «dicen que siguen buscando soluciones y todo parece con buenas intenciones», dijo Morales.

«No habrá parches»

Precisamente a las soluciones al conflicto de los autobuses urbanos volvió a referirse ayer la alcaldesa de la ciudad, María José García-Pelayo: «Queremos que sea una solución definitiva, legal y sin parches para que la ciudad tenga un transporte público de calidad que podamos mantener», dijo. Destacó que el Ayuntamiento estudia «otras alternativas» pero que, de momento, «no hay nada confirmado». Eso sí, garantizó a los trabajadores que les consultarán cualquier decisión.

Con respecto a la reunión del viernes, García-Pelayo se mostró optimista: «Esperamos que esta semana se dé un paso más por parte de la empresa y del Ayuntamiento». A ese encuentro podrían ser invitados los trabajadores, que se han mostrado dispuestos a acudir.