«Esta situación es indignante»
El mercado de abastos, principal afectado por la huelga con un gran descenso en las ventas y un buen número de puestos cerradosLos usuarios tienen que esperar largas horas por la escasez en el servicio
JEREZ.Actualizado:«Es indignante que ocurra esto en la ciudad», comenta Fali Herrera. Ella, como la mayoría de jerezanos, no se explica cómo se ha podido llegar a una situación insostenible. La huelga de autobuses urbanos instalada en Jerez desde hace casi un mes es la causa de la indignación de los usuarios de este servicio.
El centro de la ciudad está siendo el lugar más perjudicado. La lenta recuperación que estaba presenciando esta zona se ha visto cortada tajantemente por el parón provocado por Urbanos Amarillos.
La imagen del mercado central de Abastos habla por si sola. Casi la mitad de los puestos cerrados y una afluencia de público mínima. Los comerciantes se encuentran muy afectados por la situación y son las mayores víctimas. «Las ventas han bajado un 80 o un 90%. Vendamos o no hay que seguir pagando», asegura David Reinado, encargado de uno de los puestos del mercado. Todos ellos coinciden en que hay que buscar una solución de manera inminente. Eso opina Carmen García Benítez, empleada de otro de los tenderetes abiertos. «No se están dando cuenta del daño que están haciendo, nos están jodiendo pero bien, queremos una solución ya».
«No podemos venir andando a comprar y cargar con las bolsas hasta casa», afirma Matilde Espinosa, de 68 años. Las personas de edad avanzada son unas de las mayores clientes de este mercado así como los principales usuarios de este medio de transporte. Sin ellos en el centro se pierde una buena parte de las ventas y de esto también se quejan los trabajadores. «Una persona de 70 años no puede estar cuatro horas esperando para venir al centro y menos en esta época de calor», expresa el dueño de un puesto de embutidos.
Y es que hay zonas de Jerez en las que el autobús ni siquiera llega. Eso le ocurrió ayer a Dolores Mateos. «Vivo en Picadueñas, estuve toda la tarde esperando y no llegó. Esto es una injusticia». Los ciudadanos no aguantan más y quieren que alguien les explique qué ocurre. «Que se sienten a hablar la empresa y el Ayuntamiento», eso pide Juan Benítez.
La dilatada y calurosa espera hace entablar conversaciones a muchos de los que aguardan la llegada del próximo autocar. Esa es la única manera de sobrellevar un momento tan exasperante. «Lo único que hace que podamos esperar es criticar lo que ocurre y que el tiempo pase lo más rápido posible», observa Miguel Dianez, que lleva aguardando más de una hora.
Algunos deciden utilizar otro medio de transporte tras las largas horas de espera. No obstante, la situación económica actual hace que muchos no tengan esa opción. «Yo no me puedo permitir coger un taxi. O espero al autobús o no vengo», cuenta María López.
El corazón de Jerez necesita recuperar un latido que se ha ido apagando en los últimos años por las consecuencias de la crisis económica y la competencia voraz de las grandes superficies, entre otros factores. Por ello el gobierno del PP quiere ponerse manos a la obra tras el paréntesis veraniego y revitalizar un centro que convirtió en eje de su campaña, comprometiéndose a reanimarlo con medidas como el fomento del transporte público y mejoras tanto en limpieza como en seguridad. Sin embargo, la huelga ha truncado este intento de recuperación dejando al comercio del centro de Jerez en una situación bastante negativa de la que esperan salir pronto. Entre las posibilidades en las que se trabaja, el Ayuntamiento «no descarta» rescatar o municipalizar el servicio, aunque los costes serían muy elevados.
La huelga del transporte público urbano comenzó ayer su cuarta semana Jerez sin solución alguna, de momento. Los trabajadores insisten en que no abandonarán las protestas hasta que no cobren. Mientras, en Jerez los autobuses circulan con el cartel de servicios mínimos y las paradas siguen saturadas.