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El heredero legítimo de Joaquín
«Al principio aparecieron los nervios, pero luego me fui adaptando al equipo y espero que el míster siga confiando en mí», dice el gaditano Álvaro Vadillo entra en la historia del Betis al ser el debutante más joven en Primera con la verdiblanca
CÁDIZ. Actualizado: GuardarTodavía no puede votar, ni sacarse el carné de conducir. Aún no tiene plena responsabilidad legal. Pero ya ha jugado en la mejor liga del mundo y sabe lo que es hacerse un hueco entre las estrellas del balompié. Con 16 años, 11 meses y algunos días, el gaditano Álvaro Vadillo (12 de septiembre de 1994) se estrenó con su Betis en la Primera División siendo el debutante más joven de la centenaria historia verdiblanca.
«El míster me comunicó el sábado, el mismo día del partido, que iba a estar en el once inicial. Era una sorpresa, increíble, no lo esperaba en absoluto», apunta el puertorrealeño, aún en éxtasis por haber cumplido «el primero» de sus sueños. El futbolista había acumulado indicios en los días anteriores pero nunca pensó en que sus deseos se cumplirían tan pronto. «Durante toda la semana entrené con el equipo titular, pero es que fue inesperado incluso que entrara en la convocatoria», confiesa.
El gaditano agradece y aplaude la valentía de su entrenador, que en el primer encuentro liguero y fuera de Heliópolis apostó por dar galones a un chaval al que aún le queda un año para alcanzar la mayoría de edad. «Hay que ser valiente para poner a un chico en la mejor liga del mundo. Pero cree que esoy preparado y yo también debo estar convencido. Es un orgullo que deposite tanta confianza».
Saltó al Nuevo Los Cármenes pegado a la derecha, pese a que durante su corta carrera ha actuado en banda izquierda, a pierna cambiada. «Aparecieron los nervios pero los compañeros me ayudaron y me arroparon para que todo fuera más fácil», reconoce el gaditano. «El partido fue muy trabajado, intenso, duro, con mucho juego en el centro del campo. Intenté aportar velocidad por la banda y trabajo, pero en cuanto coja minutos y experiencia sé que puedo dar mucho más».
La comparación
Las comparaciones son tan odiosas como inevitables. Desde que abrió la boca y se enfundó la verdiblanca todos esperan ver a un nuevo Joaquín corriendo por la banda del Villamarín. «Me lo dicen bastante. Pero él es muy grande y a mí me queda mucho por hacer. Ojalá alcance su nivel, es un orgullo».
Para ello tendrá que consolidarse en el primer equipo, que esto no sea flor de un día. «Eso son cosas que dependen de mí. Tengo que trabajar para no bajarme del tren». Ha dado el primer paso pero dicen que lo difícil es mantenerse. De momento, las decisiones que ha ido tomando en su vida a la postre han resultado positivas. En su día tuvo que dejar el Cádiz e hizo las maletas para tomar la autopista en dirección a la capital hispalense. «Al Cádiz le tengo que agradecer muchísimo, al igual que al Loreto. Pero decidí venir a Sevilla porque el Betis tiraba mucho y no me arrepiento».
No esconde su simpatía por el equipo amarillo, al que se enfrentó el pasado año en una muestra de su meteórica carrera. «En la primera vuelta me enfrenté al juvenil en El Rosal y en la segunda vuelta contra el Cádiz en Sevilla. Para mí siempre es un partido especial». Es más, ya está deseando enfrentarse al conjunto de Jose González en el enfrentamiento de dentro de dos semanas. «No sé si estaré con el primer equipo, pero si no me encantaría jugar con el filial. No me pesa en absoluto. Es más, esta jornada tenemos un parón y quiero competir con mis compañeros del B en el derbi de esta semana. Me llevo fantásticamente bien con Vidakovic y me encanta jugar con ellos».
Por cierto, no entiende cómo todos los canteranos gaditanos tienen que dar el salto en otro equipo, nunca vestidos de amarillo. «Es muy raro, no lo comprendo viendo la situación del Cádiz. Pero no me meto en esas cosas. Yo solo quiero que suba a Segunda porque no merece estar en esa categoría».
Ha cumplido un sueño y sabe que le esperan muchos más por el camino. Sin embargo, no se fija metas para el futuro inmediato. «Lo único que pido es que me respeten las lesiones. Si lo consigo, con trabajo me quedaré en el primer equipo».