Dos errores acaban con el Cádiz B

Mañana de fútbol en el Rosal. Después del buen papel en Algeciras llegaba el debut del filial cadista en casa ante un rival complicado. El Sanluqueño acudía a las instalaciones puertorrealeñas después de ganar en su primer encuentro al Conil con un gol de Adrián Gallardo. Curiosamente sería éste de nuevo el protagonista. Dos goles suyos finiquitaron una victoria que al final pudo haber caído para cualquiera de los dos lados.

Hubo representación cadista en las gradas. Jose González, Richard Moar y los jugadores del primer equipo, Juanse y Dieguito, presenciaron el primer encuentro en casa de los de Juanma Carrillo.

Con el pitido del árbitro sevillano comenzaba un partido que iría ganando en intensidad conforme el reloj avanzaba. En los primeros compases no había un dominador claro del encuentro. Nadie se atrevía, el respeto mutuo se intuía en el juego de ambos. Hasta el minuto 21 no llegó la primera ocasión clara. Ésta vino por parte del equipo visitante. Pero apareció Cobaleda, muy seguro en esta ocasión pero no tanto en las salidas por alto. Cada córner verdiblanco era un ocasión de peligro. Precisamente en un saque de esquina llegaba la jugada más clara hasta ese momento. Adrián Gallardo marcaba pero el árbitro lo anulaba por una falta previa.

A partir de ahí solo había un equipo en el campo. Aunque se echaba de menos que el balón circulara, el Sanluqueño llegaba con mucho peligro en balones largos a la espalda. Gallardo, clave en la victoria sanluqueña, fue un incordio para los dos centrales. Tanto fue el balón al área cadista que terminó por entrar en la portería. La jugada fue calcada a las que se habían producido varias veces antes. Hasta ese momento siempre fueron resueltas por los dos centrales, pero esta vez no. Gallardo peleaba un balón en carrera con el sevillano David. El defensa estuvo algo blando en la jugada. El isleño, tras llevarse el balón con la cabeza, fusiló a Cobaleda entrando el esférico por el palo del portero. Gol y 1-0. Se veía venir. El Cádiz B había cedido el protagonismo.

Juanma Carrillo reaccionó y tras el descanso introdujo dos cambios que le darían movilidad y frescura al equipo. Entraban Cuero y Fatou, y se cambiaban las tornas. Ahora era el filial amarillo quien tomaba el mando.

Fue un 'deja vu', algo parecido se había vivido en la primera parte. Como el Sanluqueño en la primera mitad, el Cádiz llegaba pero sin controlar el centro del campo. Si en los primeros 45 minutos era Gallardo el que ponía las cosas difíciles a Floren y David, ahora Cuero y el ghanés Fatou ponían en 'jaque' a la defensa sanluqueña, que por cierto, estuvo muy segura durante todo el encuentro. Dos veces flaqueó, en una Fateu no acertó con la vaselina ante el portero. Fue en el 55, cuando Juanmi lo aprovechó entrando desde la izquierda para cruzar el balón ante la salida de Terrén. 1- 1 y nuevo giro de 180º grados.

Fue el arreón del inició del segundo tiempo. O eso pareció. Desde el gol el Cádiz se desinfló. Pero el Sanluqueño no quería la pelota. Parecía que el empate era bueno para los dos. Aunque escaseaban las ocasiones, se olía alguna celebración. Parecía que podía caer por cualquiera de las dos partes. Y el gol llegó. Floren se trastabilló con la pelota, y Adrián Gallardo, listo, aunque desparecido en la segunda parte, se encontró ante Cobaleda. Durante la carrera hacia el portero; «Uh, este no la falla», suspiraba un aficionado sanluqueño. Y no se equivocó. Adrián, con su pierna mala, ponía la guinda a un encuentro que en líneas generales el Sanluqueño mereció.