BONITO POR FUERA...
Actualizado: GuardarY podrido por dentro. Muy podrido. Hablo de fútbol, esa droga que corre por nuestras venas. Ese antídoto contra todo tipo de frustraciones y desánimos que nos mantiene extasiados. Por fin vamos a tener nuestra dosis después de varios días de tensiones, de dimes y de diretes entre patronal y sindicato. Sellado el acuerdo, 'habemus' jornada. Más les valía a todos, es demasiado el dinero que se pone en juego. Hay luz verde para el espectáculo pero el problema de fondo sigue latiendo con fuerza. Los excesos cometidos durante mucho tiempo han desembocado en una situación límite, y los futbolistas profesionales han unido fuerzas para decir ¡basta ya! Estaban en su derecho, es digno de aplauso que hayan decidido ejercer su derecho a la huelga. Vaya porque las cosas empiecen a cambiar en adelante y que la española deje de ser la liga más endeudada del planeta. Nunca es tarde para comenzar a hacer las cosas bien hechas.
Pero, ¿quién se acuerda del fútbol modesto? Ahí es donde verdaderamente se han vivido auténticas barbaridades, donde los alardes del pasado se han convertido en las penurias del presente. Nunca nadie se acordó de los que lo componen.
Y seguirán sin hacerlo, a pesar de que ellos también consiguen emocionarnos, a pequeña escala. Esta semana hemos podido vivir de cerca otra protesta. Más humilde, con mucha menos fuerza. Inapreciable más allá del entorno de la provincia, prácticamente. Por si acaso, la Federación Española se ha encargado de acallarla rápidamente. El San Fernando proponía disputar su partido contra el Algeciras a las 00.05 horas de esta noche. Apelación se ha encargado de desautorizar la petición. Simplemente se trataba de hacer algo de ruido, que también se escuche a los clubes humildes. Hasta ahí, una respetable iniciativa. Pero me mosquea que dos equipos vecinos no se pongan de acuerdo por intereses particulares. Y la decisión de los isleños me huele un tanto a represalia. Si es así, una pena. Y es que ya lo dijo Javi Poves en su prematura retirada. El fútbol está podrido.