fin al régimen de gadafi

La CNT pide recibir dinero para garantizar la seguridad

Su presidente insiste en el envío de fondos de Gadafi aún congelados para garantizar la paz en el país una vez depuesto el dirigente

MADRID Actualizado: Guardar
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El presidente del Consejo Nacional de Transición libio, Mahmud Jibril, ha insistido una vez más en que la administración rebelde debe recibir lo antes posible el dinero procedente de los fondos del coronel Muamar Gadafi todavía congelados y las armas necesarias para garantizar la paz en el país una vez sea depuesto el dirigente.

Tras su reunión en Estambul con el ministro de Exteriores turco, Ahmed Davutoglu, Jibril compareció este viernes ante los medios para expresar su preocupación ante una posible "pérdida de legitimidad" del actual gobierno rebelde ya que los residentes de las localidades tomadas por los insurgentes todavía no están protegidos por fuerzas de seguridad "oficializadas", sino por patrullas de guerrilleros.

"Necesitamos recibir armas para crear un Ejército y una Policía nacionales, y para ello necesitamos mucho dinero", ha declarado Jibril. "No podremos alcanzar este objetivo sin capacidad financiera", ha añadido en comentarios recogidos por la cadena panárabe Al Yazira. "Las expectativas serán altas cuando caiga el régimen actual. Para establecer con éxito un nuevo gobierno tras la caída de Gadafi será necesario descongelar sus activos paralizados", ha matizado.

Jibril ha anunciado que delegados del Gobierno rebelde se reunirán con representantes de la Liga Arabe este viernes en Addis Abeba, capital de Etiopía, y mañana en El Cairo para "pedir a los hermanos y amigos que escuchen la voz" de los rebeldes.

1.500 millones de ayuda humanitaria

Por su parte, Estados Unidos empleará los 1.500 millones de dólares de bienes congelados al régimen de Muamar Gadafi que la ONU le ha desbloqueado para prestar ayuda humanitaria a Libia, pero en ningún caso para financiar actividades o material militar, según ha explicado el Departamento de Estado.

Este dinero se repartirá en tres partidas. La primera de ellas, de hasta 500 millones, se canalizará a través de organizaciones internacionales humanitarias. De estos, 120 millones serán transferidos de forma inmediata para atender el llamamiento de fondos de la ONU para responder a las necesidades de los libios, mientras que los otros 380 millones serán destinados a los futuros llamamientos de la ONU y otras organizaciones para atender las necesidades que se vayan identificando.

Una segunda partida de otros 500 millones se destinará a transferencias para sufragar el suministro de combustible con fines estrictamente civiles como puede ser el funcionamiento de hospitales, el suministro eléctrico o la desalinización, así como para otras adquisiciones de tipo humanitario, precisa el Departamento de Estado, que no ha querido revelar el nombre de la compañía que está suministrando el combustible.

Por último, los 500 millones restantes se aportarán al Mecanismo Financiero Temporal creado en el marco del Grupo Internacional de Contacto para Libia, con el fin de ayudar a financiar al Consejo Nacional de Transición (CNT). De ellos, hasta 400 millones se destinarán a prestar servicios sociales básicos, como educación y sanidad, mientras que los otros 100 se destinarán a otras necesidades de carácter humanitario.